martes, 15 de mayo de 2007

¿el mejor disco de rock de los noventa? (2)

My Bloody Valentine - Loveless (Creation, 1991)

Ya me ha pasado varias veces que en una de tantas conversaciones musicales, preferiblemente a la lumbre de un botellón, sale a relucir tras una espiral de concatenaciones el nombre de My Bloody Valentine.

- ...y los Mai bludi valentain? (o Ballantines, que también)
- Buah! el Loveless es tremendo!

Además uno puede describir claramente y sin ningún problema su opinión acerca del disco.

- es que son como texturas, ...un sonido extraño, así como si hubiera humo... y a la vez todo muy bonito...eh??


El caso es que el tiempo les ha dado la razón e imagino que el mito puede crecer todavía más con los años. Si bien es cierto, que desde que "Loveless" salió al mercado no ha hecho sino llenar páginas y más páginas de veneración, justamente a mi parecer.

El proyecto liderado por Kevin Shields se había hecho un pequeño hueco en aquella suerte de bandas del prestigioso sello Creation (las de aquella cassette C86). Su elepé "Isn't Anything" ya apuntaba hacia una dirección algo más enrarecida, aunque sin olvidar la médula pop tras la cortina.

El cuarteto estaba, con la entrada de la nueva década, dispuesto a ejecutar una obra valiente y extraña. Loveless constituyó en su momento un manual indispensable para los viajeros del noise y del indie imperante. Una cinta de cabecera repleta de sonidos abismales pero de una belleza inaudita.

Y es que el oyente de este artefacto difícilmente puede percatarse de donde proceden esa serie de sonidos distorsionados. Las voces no son en ningún momento nítidas. Las baterías apenas son perceptibles. Lo poco que uno puede intuir son los mantos de distorsión y efectos que tejen las guitarras, y una especie de teclados o cuerdas desafinados (samplers). Poco más la verdad.
Y es que con eso es suficiente...qué coño, es que es mejor así! Para qué queremos otro puñado de canciones de sonidos pulcros y aseados.
Loveless entra por tus oídos y lo primero que piensas es que tienes un tapón tras salir de la ducha...o que quizás es porque has mutado en mosquito y percibes los sonidos de una forma nueva. Tras asegurarte de que tu estado es normal y habiéndote revisado los oídos, te das cuenta de que la belleza de "Only shallow" te ha atrapado.
Las voces susurran desde una dimensión del color de la preciosa portada. Las guitarras están hambrientas y se antojan desbocadas, fuera de sí.
La voz de Bilinda Butcher te sumerge bajo el agua, para que no sientas más que placer y te olvides del factor tiempo...para dejarse llevar.


"Touched" es una pequeña burbuja de película que juguetea una vez más con tus percepciones.

El hecho de que estemos ante uno de los alegatos de distorsión más extremecedores no supone que nos enfrentemos a extridencias o incómodas hemorragias auditivas, que va! Las sonoridades son fluídas ya que la depuración del sonido y el uso de la disonancia son tratados al extremo. Dieciocho ingenieros dieron forma a las piezas para que la maraña flote en favor de un pop atemporal, entre lo onírico y lo plástico. Su belleza es aterradora.

El desarrollo de "Sometimes" se va abriendo lentamente. Las melodías van tomando forma a su antojo. Tú no eres más que mero espectador de un espectáculo minúsculo y emocionante.

"Sometimes"


No podemos obviar que se trata de uno de los discos más imnovadores jamás registrados en cuanto al tratamiento de sonido. Brian Eno, nada menos, afirmó que era uno de los mejores ejemplos de composición contemporánea, y este no habla nunca de forma gratuita (vamos, que no es David Bowie, que no se le calienta el hocico).

Es importante no ser eufóricos, tampoco es más grande que la vida. De hecho se puede decir que MBV acertaron en aquello del momento y el sitio adecuado para dar el campanazo con este islote de etérea belleza y sentar cátedra instalándolo para siempre como instantánea digna de estudio y de efectos oxigenantes para el alma.

Su carácter de disco clásico es indiscutible, sobre todo teniendo en cuenta el particular uso del estudio de grabación. Esto es lo que verdaderamente hace de Loveless un accidente irrepetible.


P.D.: ... el cierre del álbum es apabuyante: "Soon"







Sithbass

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