El vástago de Loudon Wainwright III y Kate McGarride hace ya tiempo que merece que no se comience hablando de él mencionando a sus padres.
El exageradísimo songwriter canadiense-americano y su pop de cámara es, hoy día, uno de los espectáculos más soberbios y originales de los que se puede disfrutar. Un showman o entertainer de esos, que se desenvuelve con auténtica maestría ya sea defendiendo sus canciones a piano y voz como con una barroquísima banda de 8 miembros.
El segundo acto se inicia con Consort y en esta parte del concierto en lugar del complicado smoking, viste un traje típico tirolés, con pantalones cortos y calcetines grises por encima de la rodilla, al verlo así disfrazado se hace complicado decir que este personaje tiene clase, pero la tiene. Tras desgranar casi por completo el Release the Stars, Rufus deja caer un Beautiful Child (del Want One) que a primera vista parece dejarle destrozado por el esfuerzo vocal, pero nada más lejos de la realidad, explica al público que va a cantar una canción típica irlandesa (Macushla) que le encanta a su madre y que le pide que interprete continuamente y decide hacerlo sin micrófono, a capella (di NO a Capello) y sin ser un tenor, sorprende su potencia de voz, cosa que no se aprecia tan claramente en estudio, tiene un timbre muy particular y hermoso, pero esa fuerza interpretativa no se le adivina (ahora dice estar trabajando en su primera ópera, espero que no se exceda en sus excesos y acabe pérdido). 14th Street es la última canción del segundo acto, donde aprovecha para presentar a su banda y estos a su vez, se lucen demostrando que son más que eficientes músicos.
En el tercer y último acto, Mr. Wainwright aparece con un albornoz blanco, se sienta el piano e interpreta I Don't Know What It Is, mientras toca se ve que lleva unas medias negras, ¿qué estará tramando? Completamente solo, interpreta Danny Boy, seguida de la preciosa Poses y para un servidor la cumbre de la noche: Complainte de la Butte, una versión de una canción del ’55 de Mouloudji, que aparecía en la BSO de Moulin Rouge! y que fue como conocí a este personaje (y en gran parte gracias a la insistencia de mi hermana).
Lo que vino después fue un final de show más que sorprendente, un espectáculo de baile, con Rufus disfrazado de Judy Garland versionando Get Happy y con todos los músicos haciéndo de Fredasteires, también sorprendentes la femeneidad de sus piernas y su desenvoltura disfrazado de mujer. Como bailarín ya aparecía en The Aviator de Martin Scorsese al inicio de la película con un número más que decente, pero en lo que desembocó el show fue un sindios de lo más inesperado. Como colofón, y con todo el público entregado Rufus a la guitarra toco Gay Messiah, su clásico fin de espectáculo, donde antes acababa sus performances siendo crucificado (cosa que Madonna copió vilmente).
Un artista diferente, con un talento y una voz que merecen atención, que en contra de lo que pueda parecer no lo ha tenido fácil siéndo hijo de dos artistas (sufrío una traumática violación en su adolescencia) y que en otros tiempos para la lírica sería una de esas exageradas estrellas encantadas de serlo, como Freddie Mercury, como Britney Spears...
Pd. Imperdonable que no cantara One Man Guy, la ya citada The one you Love o su versión del Hallelujah de Cohen (aunque bebe más de la de Jeff Buckley).
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