La mejor banda de pop nacional paró ayer por primera vez en Sevilla, durante la gira de presentación de Cuentos chinos para niños del japón.
Nosotros, después de haber comprobado cómo se las gasta el sexteto catalán en formato festival el pasado verano en Martos (Jaén), no pudimos resistir la oferta, y aprovechando nuestra sede Seriebetera en Triana, nos acercamos para comprobar cómo se mueven los cachondones en las distancias cortas.
Los que no se movieron nada en toda la noche fuimos nosotros. La sala se llenó a la mitad de Zico, nuevo proyecto de ex-Malahora que subió el ánimo de la sala (pero casi más por la impaciencia del personal que por su música). A nosotros no nos dejaron mal sabor de boca con su sonido, a mitad de camino entre Sr. Chinarro y Surfin, pese a ser su primera actuación en directo. Una masa de jovenzuelas/os nos rodeó y ahí pasamos la noche.
Espaciodenso cumplía años y se dignó a traer de una vez a Love Of Lesbian al sur. La sala se desbordó con la que vino después y no podemos más que desearles que sigan con el listón tan bien puesto, y trayendo música de calidad al circuito andaluz.
Sonó "Universos infinitos" y antes de que nos diéramos cuenta nos tenían, de nuevo, a todos en el bolsillo. Fun club tiene desigual fama en cuanto al sonido, o eso dicen al menos, pero ayer sonó cada cosa en su sitio. Y con el vello de punta de aquí al final de la noche, todo el protagonismo se enfocó en la persona de Santi Balmes. En su voz. En la voz y en su personal capacidad para transmitir metiéndose en el papel que le requiere cada canción, sin perder su sonrisilla de cabroncete. Aunque por otra parte, alguna asistente prefiriera directamente centrarse en su cuerpo, ofreciéndose para compartir algo más que el bis.
Le siguieron "Mi personulidad", "Los colores de una sombra", "La niña imantada", "Maniobras de escapismo", "Noches reversibles" y "Carta a todas tus catástrofes". Todo un repertorio de singles inapelables que para sí quisieran La Ojera de Van Gogh, con o sin Amaia (...o con Paulina Rubio?) y la mayoria de indie(gestos) de la escena nacional. Mi lista preferida de la banda despachada del tirón. Ya me habían ganado otra vez para los restos, pero esta vez la guitarra de Jordi sonaba de verdad y acabaron de conquistar a todos con su gracejo sobre las tablas.
La música de Love Of Lesbian no sabe de categorías, ni indie (que no independiente..), ni 40 principales u otras radios, aunque para mí que le gustarían hasta a mi vecina del quinto. Unos chicos a mi lado (que no sabían dónde estaban seguramente) se preguntaban si el grupo que sonaba era muy famoso porque todo el mundo estaba cantando. Y yo con las apreturas y la pausa, caigo en que tengo que ir al servicio y me pierdo entre la muchedumbre.
De vuelta milagrosamente a mi sitio de origen es cuando cambia el tercio de la noche, tras "Música para ascensores", pasando a la faceta más cómica no sólo de la banda, sino también de toda la patría diría yo. Con "Villancico para mi cuñado Fernando", "Marlene", "Houston, tenemos un poema" o "Me amo". Temas que sirven para acentúar el albedrío del público al mismo tiempo que la comunión existente con el grupo. O mas bien con Santi...
...y "Los niños del mañana", de esa guisa y a coro con la parroquia.
Se lo estaban pasando en grande con la gente entregada y agradecieron el fervor sevillano. Además, Santi cumplía años en unos minutos y le cantamos el cumpleaños feliz de rigor.
Nosotros, después de haber comprobado cómo se las gasta el sexteto catalán en formato festival el pasado verano en Martos (Jaén), no pudimos resistir la oferta, y aprovechando nuestra sede Seriebetera en Triana, nos acercamos para comprobar cómo se mueven los cachondones en las distancias cortas.
Los que no se movieron nada en toda la noche fuimos nosotros. La sala se llenó a la mitad de Zico, nuevo proyecto de ex-Malahora que subió el ánimo de la sala (pero casi más por la impaciencia del personal que por su música). A nosotros no nos dejaron mal sabor de boca con su sonido, a mitad de camino entre Sr. Chinarro y Surfin, pese a ser su primera actuación en directo. Una masa de jovenzuelas/os nos rodeó y ahí pasamos la noche.
Espaciodenso cumplía años y se dignó a traer de una vez a Love Of Lesbian al sur. La sala se desbordó con la que vino después y no podemos más que desearles que sigan con el listón tan bien puesto, y trayendo música de calidad al circuito andaluz.
Sonó "Universos infinitos" y antes de que nos diéramos cuenta nos tenían, de nuevo, a todos en el bolsillo. Fun club tiene desigual fama en cuanto al sonido, o eso dicen al menos, pero ayer sonó cada cosa en su sitio. Y con el vello de punta de aquí al final de la noche, todo el protagonismo se enfocó en la persona de Santi Balmes. En su voz. En la voz y en su personal capacidad para transmitir metiéndose en el papel que le requiere cada canción, sin perder su sonrisilla de cabroncete. Aunque por otra parte, alguna asistente prefiriera directamente centrarse en su cuerpo, ofreciéndose para compartir algo más que el bis.
Le siguieron "Mi personulidad", "Los colores de una sombra", "La niña imantada", "Maniobras de escapismo", "Noches reversibles" y "Carta a todas tus catástrofes". Todo un repertorio de singles inapelables que para sí quisieran La Ojera de Van Gogh, con o sin Amaia (...o con Paulina Rubio?) y la mayoria de indie(gestos) de la escena nacional. Mi lista preferida de la banda despachada del tirón. Ya me habían ganado otra vez para los restos, pero esta vez la guitarra de Jordi sonaba de verdad y acabaron de conquistar a todos con su gracejo sobre las tablas.
La música de Love Of Lesbian no sabe de categorías, ni indie (que no independiente..), ni 40 principales u otras radios, aunque para mí que le gustarían hasta a mi vecina del quinto. Unos chicos a mi lado (que no sabían dónde estaban seguramente) se preguntaban si el grupo que sonaba era muy famoso porque todo el mundo estaba cantando. Y yo con las apreturas y la pausa, caigo en que tengo que ir al servicio y me pierdo entre la muchedumbre.
De vuelta milagrosamente a mi sitio de origen es cuando cambia el tercio de la noche, tras "Música para ascensores", pasando a la faceta más cómica no sólo de la banda, sino también de toda la patría diría yo. Con "Villancico para mi cuñado Fernando", "Marlene", "Houston, tenemos un poema" o "Me amo". Temas que sirven para acentúar el albedrío del público al mismo tiempo que la comunión existente con el grupo. O mas bien con Santi...
...y "Los niños del mañana", de esa guisa y a coro con la parroquia.
Se lo estaban pasando en grande con la gente entregada y agradecieron el fervor sevillano. Además, Santi cumplía años en unos minutos y le cantamos el cumpleaños feliz de rigor.
Para terminar, "Shiwa" en catalán, a petición popular, después de hacer una conga entre el público y previa disculpa por superar las horas de música en directo permitidas en la sala.
Obispo y condón, en armonía
Por Zeta
2 comentarios:
Suscribo de "p" a "pa" , por no decir de cabo a rabo, lo que escribe el señor Zeta en su estupenda crónica (un saludo, Zeta¡)
Allí estuvimos, en un espacio excesivamente denso (demasiada gente para esa sala, no??), y disfruté como un grandísimo enano, aunque seguramente no tanto como lo hicieran los propios lesbianos, entregados hasta la médula, en progresión ascendente desde el mismísimo primer momento.
En fin, orgullo (o poder) lesbiano¡¡
Carlos P.-
Muchísimas gracias Carlitos!
Saludos y no olvides de llamar a Marce por Pozo...o a mí si estoy por allí.
Por cierto, voy el jueves próximo pal puente.
1 Abrazo!
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