(Sounds Familyre, 2008)Como si la cosecha de este 2008 no estuviese siendo lo suficientemente digna, ahora va el señor David Eugene Edwars y saca este majestuoso disco, una continuación inmejorable al enorme Mosaic.
Entre las virtudes del cuarto trabajo del hijo del predicador como Woven Hand cabe destacar que el sonido se aproxima al directo de la banda, esa visceralidad y pasión que sólo DEE sabe imprimir a las composiciones se funden a las atmósferas con tintes desérticos a las que no tiene acostumbrados. Y canciones, grandes canciones, como la desangelada y poderosa "The Beautiful Axe" con la que empieza, una pedrá directa a la cabeza o "Horsetail", segundo tema, que no desentonaría para nada en el Mosaic, Pero llegamos a la tercera canción y son palabras mayores, "Not One Stone" (que le pega a Nick Cave como un traje negro) de una intensidad y brillante oscuridad tan acordes a los tiempos que vivimos como impropias del panorama musical actual.
Otra de las piedras angulares del disco y en la que el de Denver saca el acordeón sería "White Knuckle Grip", psicodelia a su manera y que desemboca en la rareza del disco, una versión de "Quiet Nights of Quiet Stars (Corcovado)" de Jobim, la elegancia con la que David Eugene desgrana esos versos serían como el descanso que nos concede antes de atacar la pasada que es "Kicking Bird", un trallazo que podría incluso considerarse punk.
Una nueva revelación del de Colorado impregnada de sonidos rockeros sin perder un ápice de autenticidad que suena a banda y no a proyecto paralelo de los 16 Horsepower (esa banda, como Los Soprano, ya acabó y hay que superarlo).
No puedo dejar de mencionar que este mismo año se publicó un doble directo de los 16HP (Live March 2001) que es una auténtica barbaridad, maraviloso legado de una banda de culto.
mED Vega (Y los patos todavía no han vuelto…)
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