THE WALKMEN - You & Me
(Talitres - Green Ufos, 2008)
Ya en su día (2006), los claustrofóbicos ecos de Hundred Miles Off (salvo las contadas excepciones de "Louisiana" y "Another One Goes By") captaron nuestra atención desde una lectura de rock neoyorkino con aristas, descarnado y emocionante como pocos. Con el miedo de toparnos con una de esas nuevas decepciones me aproximé a You & Me. Temía que un batacazo de lo nuevo de The Walkmen manchara su, para mí, impoluto nombre, casi prefiriendo no arriesgarme a saber más del quinteto y ocupar así el hueco reservado en mi estantería para su siguiente paso con cualquier otra pieza.
Craso error. Aunque por la portada pudiera presagiar otra cosa (pensando estaba yo en Interpol), You & Me profundiza unos cuantos metros más abajo respecto a su trabajo anterior. No han depurado su cavernoso sonido, eso puede esperar. Por suerte para nosotros han dedicado este tiempo a perfilar unas canciones cada vez más alejadas de la urgencia de sus inicios, ya no hay deudas que saldar. The Walkmen se hacen más poderosos como creadores de una ruta dramática, propia y única, resentida y bella (los teclados, cuerdas y solos de trompeta son providenciales para el resultado final).
Es cierto que no encontramos ningún single directo y efectivo, con el tiempo han sabido domar el otrora desbocado sonido, gracias a, según ellos, la inspiración de magnos autores e interpretes de los 50's como Buddy Holly o Roy Orbison. Ojo, inspiración hemos (han) dicho. No se apresure el oyente a despellejar a estos jóvenes, que ya se sabe: la inspiración, dado su carácter subjetivo, es preferible que se manifieste en esto de la música del modo más intangible posible. O eso o a los leones.
La pregunta es ¿lo consiguen? Y, si es así, ¿cómo podemos afirmarlo? Pues, sintiéndolo mucho, no seré yo quien resuelva esta cuestión. Por suerte o por desgracia cuando escucho discos, mi capacidad rara vez alcanza semejante nivel de análisis. Más aún tratándose de una cuestión intergeneracional de largo alcance. Un joven español de 24 años no es el más indicado para hacerlo, como poco haría falta ser un Ignacio Juliá o alguien así.
Yo solo sé que la intensidad de "On the Water", la tristeza casi fúnebre de "Red Moon" o la elegancia del amor a "Canadian Girl" son ejemplos perfectos para ilustrar las bonanzas de un disco que (amigo Med, confía en mí) supone la cota más alta alcanzada a día de hoy por estos hombres que, por fortuna, siguen andando en la dirección correcta.
P.D.: ¿Alguien sabe algo de los Strokes? Hace ya tiempo que salieron de casa y sus madres deben estar preocupadas.
Por Sithbass (at least there's ROCK and RICE for me)
1 comentario:
Le pegaré unas buenas escuchas, yo también espero que me guste tanto, al menos, como el A Hundred Miles Off, que no es poco.
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