ROY LONEY & SEÑOR NO
Got me a hot one!
(bloody Hotsak, 09)
Parece que para Roy Loney no fue suficiente con el Ep Bottle of wine, que editó junto a los vascos Señor No hace un par de años. Ahora, juntos de nuevo dan el salto con un Lp/Cd que hará las delicias de todos los amantes del buen rock´n´roll, salpicado eso sí con un poco de new wave y punk neoyorkino.
Para hablar de Roy Loney es imprescindible referirse a la primera época de los geniales Flamin Groovies, la de los majestuosos Teenage Head y Flamingo, para mí sus dos mejores discos, por entonces hacían babear a gente del calibre de sus admiradas majestades los Rolling Stones. Desde que abandonó a los de San Francisco su carrera ha tenido una trayectoria bastante discreta: desde irregulares discos en solitario hasta otros con suerte dispar compartiendo equipo con bandas como Phantom Movers, Young Fresh Fellows, Longshots o los mismos Señor No.
Por suerte para nuestros oídos, la nueva entrega del espectacular frontman no anda exenta de buena música, empaquetada con un sonido fresco e impecable y una mano de canciones intachable.
El lote comienza de manera inmejorable, con "Got me a hot one", un rockabilly que nos remite inconscientemente al sonido Flamingo, excelente forma de dar la bienvenida. Le siguen otro buen par de balas, la Ramoniana "Gettin' Gone" y una verdadera joya como es la peligrosa "Diablo", para no parar de moverse en toda la noche.
La cosa sigue con buen ritmo, "Sweet hell" es otra pieza bailonga de esas que no te piden más que seguir en la pista.
Por si no fuera suficiente, retoman el clásico "Cara-lin" con una base digna del "Hey ho, let´s go" de tú ya sabes quién. Sigue la fiesta.
El rockandroll "Act nice and gentle", original de Ray Davies, nos da buena cuenta de la perfecta armonía entre una banda en plena forma y un Roy Loney que aún puede cantar como si por él no pasara el tiempo. Si esto no es lo mejor que ha grabado el pelucas de Loney en años, que suene "Love is a spider" para demostrarlo.
Y hay más, "Everything goes" y "(Don´t you think) My heart has had enough", impecables acercamientos nuevaoleros al r´n´r de toda la vida.
Y para ir despidiendo, una petición: "Dance with me". ¿Quién puede resistirse a tal maquinaria de hacer rock?
Eso sí, antes de decir adiós a lo grande queda tiempo para celebrar el "Least magnificent moment" para acabar con una tremendísima versión de su clásico "Headin' for the Texas border". Impresionante.
Got me a hot one es un disco de esos que pasan desapercibidos para la gran mayoría, sí, pero también debería ser un album de obligatoria adquisición para cualquier fan de los Groovies. Y digo más, para cualquier amante de la buena música. Sobre todo porque, visto el luminoso escaparate de nuevas bandas que salen cada día con fecha de caducidad, sería una pena perdernos un momento (quizá el último) de inspiración en la vida de un cantante que merece mucho más de lo que tiene. Un cantante de culto que merece al menos más que cualquier rockstar de tres al cuarto que me digáis aparecido en las dos últimas décadas.
Por Zeta
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