Zeta y servidor habíamos decidido en un principio hacer una crónica general al alimón de lo que en el Fonorama se había cocido cuando llegase a su fin, pero viendo que tras el primer trimestre de conciertos nos brindan otro, de seguir esta tónica lo mismo la crónica la hacen nuestros hijos. El de Zeta apunta maneras el jodío, se sabe al dedillo la discografía de los Stones y Big Star, mientras que el mío se pierde con la de los Sex Pistols (aunque ayer me sorprendió llenando de chocolate un vinilo de los Sonics, 180 gramos, ni más ni menos de chocolate extrafino).
Además, visto el conciertazo que se marcó el señor Chuck Prophet el pasado jueves 15 de abril aquello merece una crónica de padre y muy señor mío, a lo que hay que añadir los originales shows de Kevin Johansen y el cinemix con los Huntsville.
Pues bien, para no faltar a la idea inicial vamos a pegar un repaso retrospectivo a lo que hemos ido viendo de esta interesante propuesta que es el Fonorama, ciclo que está teniendo lugar en el teatro Isidoro Máiquez del Centro Cultural Caja Granada con una acogida más que buena.
Med: No fuimos ninguno de los tres, personalmente a este tipo le tengo cierta manía de cuando vivía en Francia, cosas de faldas, nada personal.
Med: A este primer concierto sólo asistió un servidor. Bueno, había más gente, que aquello no fue como con los Deans en la Príncipe donde efectivamente sólo asistí yo, y cuando digo yo quiero decir que nadie más que yo que no trabajase en la sala.
Me refiería a que sólo acudí yo en representación seriebetera. A Zeta y Cass les vencieron, no sin razón, las nefastas crónicas de una gira más caótica que el rodaje del Código Aparinci de Pajares y Esteso Siglo XXI.
La propuesta no podía ser más interesante: Howe Gelb y sus Giant Sand interpretando el At San Quentin del majestuoso Johnny CASH.
La cosa parecía prometer, pero como decía antes las crónicas anunciaban un fiasco considerable con un Gelb que ni siquiera se sabía las canciones de un disco que el mismo había escogido, todo esto dentro de una iniciativa de Houston Party llamada We Used to Party, donde grupos consagrados interpretan álbumes íntegros a su elección de otros artistas (próxima cita los Posies haciéndose el A Catholic Education de los Teenage Funclub, ahí es ná, Cantoná).
Ante tal panorama yo iba preparado para un chou lamentable, también me rondaba en la cabeza aquella crónica de nuestro apreciado Groovieland de un concierto que Gelb dio en Córdoba hace algún tiempo. Y aunque no fue el despropósito que los mentideros apuntaban, estuvo muy lejos de ser algo memorable.
Tan poco memorable que pasados unos meses sólo recuerdo lo malo aunque hubo un par de momentos especialmente buenos. Lo que más me molestó personalmente fue la impresión de que Gelb no es que esté apollardao (que lo parece) sino que se lo hace, que va de ese palo no sé si para hacerse el auténtico ¿? O que sé yo que mierda tendrá en la cabeza... pero simplemente no me creo que falle en la ejecución y letra de un tema como "Ring of Fire", cuando lleva tocándola muchos años. O cuando la banda va por un lado y él por otro como si no hubiesen ensayado en su puta vida.
A parte de esos clamorosos errores, en mi opinión intencionados, tampoco fueron de ayuda la destartalada interpretación de "I Walk the Line" o la sosísima "A Boy Named Sue".
Para mí, cuando alguien tiene el potencial para hacer algo con maestría o al menos excelentemente y no le da la gana hacerlo, me vienen a la cabeza a personajes como Guti, Reyes, Robinho, Maniche...
Med: Tampoco fuimos, teníamos cosas que hacer, ahora no me acuerdo de qué, pero eran de vital importancia.
Med: A mi me pareció un concierto excelente, de lo mejor que he visto este año, una auténtica delicia de actuación. El concierto lo abrió su batería con dos insufribles canciones y después una más que grata sorpresa a cargo de Marina Gallardo, señorita de la que Zeta me hablaba muy bien y no me defraudó.
Por su parte, Callahan, presentaba un último disco inmenso, Sometimes I Wish We Were An Eagle con momentazos como esa maravilla llamada "Eid Ma Clack Shaw" y el "Too Many Birds" con ese arrebatador verso que va creciendo poco a poco.
Por si ello fuera poco dejó caer alguna gota de sus tiempos como Smog, algunos temas del A River Ain’t Too Much To Love que con tanto cariño me pinchaban Sithbass y Zeta en los albores de nuestra amistad. Precisamente a ese disco pertenece su personalísima versión del clásico básico "In the Pines" con el que cerró la actuación. Ahora dejaré a Zeta explayarse que seguro tiene algo que añadir:
Zeta: El papel de telonero en la noche de Bill recayó en manos de Marina Gallardo (obviando la inquientante bienvenida ya comentada por Med), y la presencia de la portueña venía justificada por la publicación de su segundo disco, Some monsters die and others return, del que hablaremos pronto en esta web.
En formato semiacústico se presentaron Marina y sus dos acompañantes, Nacho y Pepe, repartiéndose bajo, teclados y percusiones. Tímidos y preciosistas, los arreglos acentúan sus acercamientos desde el folk más tradicional hacia sonidos que la emparentan con el protagonista de la noche, todo un clásico de la música norteamericana en los últimos 20 años. También hay tortuosas aproximaciones hacia un blues que viene a amparar de manera certera las personales historias que relata la voz de Marina.
Mal ubicada en una estúpida ¿escena? femenina, en media hora de actuación seguro que despertó el interés de más de un desconocedor y eliminó el cliché para los que la veían como una (otra) Russian Red campestre de usar y tirar...
A Bill Callahan no fue necesario presentarlo, todos los asistentes sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar. Poco más tengo que destacar sobre un concierto que desnudaba a la mínima expresión algunas de sus últimas canciones. La barítona voz del músico de Maryland fue la principal protagonista, con una actitud bastante sobria y distante en escena pero con un magnetismo inigualable (a última hora incluso improvisaba unos torpes pasitos de baile...). Recuerdo como excelentes, además de los momentos mencionados por Med, las interpretaciones de "Sycamore", "Jim Caine" o ese "Rock Bottom Riser".
Todo un artista de finales del siglo pasado este tipo, ofreció un concierto memorable, de lo mejor visto por aquí en mucho tiempo.
Med: …jejejeje of asha…
Zeta: (sin comentarios)
Med: A este fuimos Cass y yo, como Cass es fotógrafo pues ya me comento yo algo si eso.
Gran concierto de la ex Come, largas canciones, contundentes y ruidistas sin dejar de lado el sentido de la armonía, concierto basado principalmente en su último trabajo Liars and Prayers (2008, Thrill Jockey). Una actuación redonda plagada de pasajes maravillosos y muchos momentos absolutamente arrebatadores como si nos encontrásemos con el cruce perfecto entre Afghan Whigs, Television y Mogwai. Intensísimo, espectacular.
Med: En este nos personamos los 3, Zeta, Cass y servidor, curioso concierto en mi opinión, junto al de Bill Callahan era al que más ganas le tenía, pues este señor con su primer trabajo, Shallow Grave (2008, Gravitation) me encandiló sobradamente. Además me lo perdí en el pasado Primavera Sound, básicamente porque no actuaba el día que yo pude ir.
Pues bien, el pequeñín tiene mucho talento y buenas canciones, qué coño, lo tiene todo para ser tan grande como su seudónimo reclama y eso no fue suficiente para que disfrutase de la actuación tanto como deseaba ¿el problema? Al rollito del que va no le acabo de pillar el punto y eso me tiró para atrás cosa mala, está claro que es algo personal, me encontraría con la malafollá subía porque la sala entera (o casi) le reía todas y cada una de las gracietas, gracietas hasta donde yo entendí basadas en movimientos lentos, miraditas y silenciosos (coño, en plan mimo) y en jugar con la silla que había sobre el escenario, a la que le dio más vueltas que Pepe Viyuela y la escalera, eso sí, sentarse, no se sentó. Payasadas a un lado, ni un pero como músico y cantante, y ya digo, canciones disfrutables tiene, buen concierto del tal man este en líneas generales.
Zeta: Coincido con Med en que la expresiva voz de Tallest desgranando historias y su espectacular técnica de fingerpicking eran más que suficiente para dejar al público babeando. A mí me sorprendió de manera bestial la capacidad del pequeñajo para llenar el escenario (que quedaba muy lejano esa noche...) pero es cierto que la cosa dejó de tener gracia a mitad de la actuación, momento en el que el respetable alentaba con risas y aspavientos al artista en cada una de sus muecas y retorcidas posturitas...
Espectacular, con todo.
Hasta aquí el primer trimestre de este Fonorama.
Desde aquí, lo que va de segundo:
Med: Conciertazo el que se marcó el que fuera guitarrista de Green On Red, de los que el mariquitilla de Tonis Head me dijo tras el concierto, “...pues yo a los Green On Red esos los vi en el Azkena hace años, pero no me acuerdo de nada...”.
Se encargó de abrir el evento, el concierto más bien, que no es esto el feisbuk, el canadiense Matt Epp, primero sólo él y muy bien, se le adivinaban talento y buenas maneras y el tipo parece simpático. Luego con grupo, me resultó algo más almibarado y empalagoso. Habrá que estar atento a sus pasos aún así...
Como decía al inicio de la crónica, conciertazo, un chou intenso y sin fisuras, de los que ponen el vello de punta, una velada de ruockanról genuinamente americano, una puta pasada y una suerte pillar a este tipo en estos momentos. Viene presentando ¡Let Freedom Ring! (2009, Yep Roc), un buenísimo disco, que el cabroncete de Chuck tuvo el detalle de firmarme tras la actuación, incluso me dibujo un corazoncito...
Las comparaciones con Tom Petty son inevitables, si es que le parece hasta en la cara, pero el tipo tiene carisma, personalidad y un cachondo y cabroncete sentido del humor. Así, por ejemplo, durante el concierto imitó con tanta malafollá a un español que podría pasar por chanero, además de mandar un recadito cargado de buen humor a los que en el teatro grababan su actuación.
Poco más puedo decir sin caer en el elogio, en ensalzar el pedazo de actuación que fue, una noche inolvidable, rock&roll sin concesiones, enérgico, elegante, vibrante, qué pedazo de guitarrista que es y perfectamente arropado por su banda, entre ellos: Stephanie Finch, coros, teclados y guitarra a la que Prophet le subió el volumen sin compasión durante una de las canciones que cantó ella como protagonista. ¿Momentos estelares para el que escribe? todos, especialmente me encantaron: "You Did" y "¡Let Freedom Ring!" Como curiosidad añadir que usaron el "Beautiful Dreamer" como introducción al concierto y lo finiquitaron con versión del "I’m Not Talking" de los Yardbirds. Lo dicho, una pasada.
Med: Más que disfrutable, tronchante la actuación la que se marcaron Kevin Johansen y el dibujante, coreógrafo, corista e “ingeniero aeronáutico” Liniers. Ambos realizaron el espectáculo OOPS, basado en el libro de mismo título, en dicho espectáculo Liniers va dibujando e interpretando las canciones que Johansen va tocando. Canciones que crecen una barbaridad gracias al mordaz sentido del humor, ingenio y la gracia innata del artista ilustrador.
Tal y como el propio Johansen se denominó a lo largo del concierto su género está más próximo al “desgenerado” que al ridículo corsé de las etiquetas comunes, así su amplio abanico estilístico toca palos como la cumbia, con la que Zeta hizo las paces esa noche, el folk-rock, la milonga, la rumba y lo que se quiera añadir. Actuación original que no bajó el ritmo en ningún momento y en la que se intercalaron un par de incursiones entre el público para lanzar unos cuantos de esos dibujos de Liniers en forma de aviones, lástima que el primero se rompiese. A parte de los temas propios de Johansen, como "Road Movie", "Ese Lunar", "McGuevara’s o CheDonald’s", "Daisy, Anoche soñé contigo", "El palomo" o la apoteósica "Cumbiera Intelectual" destacaron simpatiquísimas versiones de "Hotel California" (rebautizada Hotel Patagonia), "Take on Me" (A-Ha) y algún cameo de otros temas como el "Final Countdown", o el "You know I want cha" de Pitbull tocado con una guitarra eléctrica marca Hello Kitty®.
En los bises se intercambiaron intrumentos, Kevin agarró lápices y témperas y Liniers se colgó la guitarra y tras una delirante anécdota minitravestida con Londres como marco y el propio Liniers, unas botas punk, una compresa ensangrentada y el oficial de aduanas del aeropuerto como protagonistas, se marcó una versión del "Knocking on Heavens Door" primero vía Bob Dylan, luego vía Axl Rose.
Tras descojonarnos a gusto, Kevin cerró la brillante performance con "Guacamole".
Zeta: Nada más que añadir a las acertadas palabras de Med, salvo que nunca he tenido problema alguno con la cumbia. Simplemente no sé bailarla....
Med: Bajo el nombre de Cinemix, aunque dentro del Fonorama, se presentaba este singular proyecto, en el que la banda noruega Huntsville interpretaba una banda sonora particularísima sobre la proyección de Juha (1999) de Kaurismäki, director finlandés del que hasta ese día sólo había visto La Vie de Bohéme. No viene a cuento pero yo es que a Finlandia le tengo cierta manía, nada personal, líos de faldas...
En Juha, Kaurismäki rinde homenaje al cine mudo, ecos del Murnau de Amanecer por doquier y lo hace contando la historia de Juha y su esposa.
Juha es un campesino tullido que vive feliz como una perdiz con su mujer, Marja, mucho más joven que él, pero también muy feliz, un buen día o no tanto llega a su pacífico hogar un malvado y egoísta hombre procedente de la ciudad que ha roto el motor de su deportivo rojo, cosa lógica si tenemos en cuenta la procedencia de ese mito llamado Raikkonen. Ni que decir tiene que el hombre de la ciudad alterará la estabilidad del hogar de los granjeros y que la tragedia se masca desde que mira a Marja por primera vez, acentuándose cuando le promete una vida llena de lujos.
La música de Huntsville actúa como perfecto canalizador de las emociones que se presentan en la cinta, así como contrapunto ideal a las bellas imágenes que contiene la obra en bastantes secuencias durante su metraje. Especialmente inspirados estuvieron en los momentos donde el mal rollo iba imperando a sus anchas o donde el bueno de Juha decide que ha llegado el momento de regalar el perro y de dejar la granja para hacer una visita a la gran ciudad ...con eróticos resultados. O no tanto. La película incluye una canción, en francés, único momento que la banda tuvo de descanso durante la casi hora y media que estuvieron en el escenario. Una bonita experiencia y una gran iniciativa este cinemix, totalmente gratuito hemos de añadir pero vaya por delante que donde se ponga Berlanga que se quite Kaurismäki.
Entre las próximas citas de este Fonorama, especialmente atractivas me parecen los Posies interpretando el A Catholic Education que ya he citado antes y los Retribution Gospel Choir, aunque intentaremos asistir a todo lo que podamos y más. ¿Tu qué dices Zeta?...Muy bien.
Zeta: Pobre Juha...
No puedo estar más de acuerdo Med, allí nos vemos.
Pues bien, para no faltar a la idea inicial vamos a pegar un repaso retrospectivo a lo que hemos ido viendo de esta interesante propuesta que es el Fonorama, ciclo que está teniendo lugar en el teatro Isidoro Máiquez del Centro Cultural Caja Granada con una acogida más que buena.
DOMINIQUE A (20/01)
Med: No fuimos ninguno de los tres, personalmente a este tipo le tengo cierta manía de cuando vivía en Francia, cosas de faldas, nada personal.
GIANT SAND (30/01)
Med: A este primer concierto sólo asistió un servidor. Bueno, había más gente, que aquello no fue como con los Deans en la Príncipe donde efectivamente sólo asistí yo, y cuando digo yo quiero decir que nadie más que yo que no trabajase en la sala.
Me refiería a que sólo acudí yo en representación seriebetera. A Zeta y Cass les vencieron, no sin razón, las nefastas crónicas de una gira más caótica que el rodaje del Código Aparinci de Pajares y Esteso Siglo XXI.
La propuesta no podía ser más interesante: Howe Gelb y sus Giant Sand interpretando el At San Quentin del majestuoso Johnny CASH.
La cosa parecía prometer, pero como decía antes las crónicas anunciaban un fiasco considerable con un Gelb que ni siquiera se sabía las canciones de un disco que el mismo había escogido, todo esto dentro de una iniciativa de Houston Party llamada We Used to Party, donde grupos consagrados interpretan álbumes íntegros a su elección de otros artistas (próxima cita los Posies haciéndose el A Catholic Education de los Teenage Funclub, ahí es ná, Cantoná).
Ante tal panorama yo iba preparado para un chou lamentable, también me rondaba en la cabeza aquella crónica de nuestro apreciado Groovieland de un concierto que Gelb dio en Córdoba hace algún tiempo. Y aunque no fue el despropósito que los mentideros apuntaban, estuvo muy lejos de ser algo memorable.
Tan poco memorable que pasados unos meses sólo recuerdo lo malo aunque hubo un par de momentos especialmente buenos. Lo que más me molestó personalmente fue la impresión de que Gelb no es que esté apollardao (que lo parece) sino que se lo hace, que va de ese palo no sé si para hacerse el auténtico ¿? O que sé yo que mierda tendrá en la cabeza... pero simplemente no me creo que falle en la ejecución y letra de un tema como "Ring of Fire", cuando lleva tocándola muchos años. O cuando la banda va por un lado y él por otro como si no hubiesen ensayado en su puta vida.
A parte de esos clamorosos errores, en mi opinión intencionados, tampoco fueron de ayuda la destartalada interpretación de "I Walk the Line" o la sosísima "A Boy Named Sue".
Para mí, cuando alguien tiene el potencial para hacer algo con maestría o al menos excelentemente y no le da la gana hacerlo, me vienen a la cabeza a personajes como Guti, Reyes, Robinho, Maniche...
ANTONIO ARIAS (12/02)
Med: Tampoco fuimos, teníamos cosas que hacer, ahora no me acuerdo de qué, pero eran de vital importancia.
Med: A mi me pareció un concierto excelente, de lo mejor que he visto este año, una auténtica delicia de actuación. El concierto lo abrió su batería con dos insufribles canciones y después una más que grata sorpresa a cargo de Marina Gallardo, señorita de la que Zeta me hablaba muy bien y no me defraudó.
Por su parte, Callahan, presentaba un último disco inmenso, Sometimes I Wish We Were An Eagle con momentazos como esa maravilla llamada "Eid Ma Clack Shaw" y el "Too Many Birds" con ese arrebatador verso que va creciendo poco a poco.
Por si ello fuera poco dejó caer alguna gota de sus tiempos como Smog, algunos temas del A River Ain’t Too Much To Love que con tanto cariño me pinchaban Sithbass y Zeta en los albores de nuestra amistad. Precisamente a ese disco pertenece su personalísima versión del clásico básico "In the Pines" con el que cerró la actuación. Ahora dejaré a Zeta explayarse que seguro tiene algo que añadir:
Zeta: El papel de telonero en la noche de Bill recayó en manos de Marina Gallardo (obviando la inquientante bienvenida ya comentada por Med), y la presencia de la portueña venía justificada por la publicación de su segundo disco, Some monsters die and others return, del que hablaremos pronto en esta web.
En formato semiacústico se presentaron Marina y sus dos acompañantes, Nacho y Pepe, repartiéndose bajo, teclados y percusiones. Tímidos y preciosistas, los arreglos acentúan sus acercamientos desde el folk más tradicional hacia sonidos que la emparentan con el protagonista de la noche, todo un clásico de la música norteamericana en los últimos 20 años. También hay tortuosas aproximaciones hacia un blues que viene a amparar de manera certera las personales historias que relata la voz de Marina.
Mal ubicada en una estúpida ¿escena? femenina, en media hora de actuación seguro que despertó el interés de más de un desconocedor y eliminó el cliché para los que la veían como una (otra) Russian Red campestre de usar y tirar...
A Bill Callahan no fue necesario presentarlo, todos los asistentes sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar. Poco más tengo que destacar sobre un concierto que desnudaba a la mínima expresión algunas de sus últimas canciones. La barítona voz del músico de Maryland fue la principal protagonista, con una actitud bastante sobria y distante en escena pero con un magnetismo inigualable (a última hora incluso improvisaba unos torpes pasitos de baile...). Recuerdo como excelentes, además de los momentos mencionados por Med, las interpretaciones de "Sycamore", "Jim Caine" o ese "Rock Bottom Riser".
Todo un artista de finales del siglo pasado este tipo, ofreció un concierto memorable, de lo mejor visto por aquí en mucho tiempo.
CORNERSHOP (25/02)
Med: …jejejeje of asha…
Zeta: (sin comentarios)
THALIA ZEDEK BAND (04/03)
Med: A este fuimos Cass y yo, como Cass es fotógrafo pues ya me comento yo algo si eso.
Gran concierto de la ex Come, largas canciones, contundentes y ruidistas sin dejar de lado el sentido de la armonía, concierto basado principalmente en su último trabajo Liars and Prayers (2008, Thrill Jockey). Una actuación redonda plagada de pasajes maravillosos y muchos momentos absolutamente arrebatadores como si nos encontrásemos con el cruce perfecto entre Afghan Whigs, Television y Mogwai. Intensísimo, espectacular.
THE TALLESTMAN ON EARTH (12/03)
Med: En este nos personamos los 3, Zeta, Cass y servidor, curioso concierto en mi opinión, junto al de Bill Callahan era al que más ganas le tenía, pues este señor con su primer trabajo, Shallow Grave (2008, Gravitation) me encandiló sobradamente. Además me lo perdí en el pasado Primavera Sound, básicamente porque no actuaba el día que yo pude ir.
Pues bien, el pequeñín tiene mucho talento y buenas canciones, qué coño, lo tiene todo para ser tan grande como su seudónimo reclama y eso no fue suficiente para que disfrutase de la actuación tanto como deseaba ¿el problema? Al rollito del que va no le acabo de pillar el punto y eso me tiró para atrás cosa mala, está claro que es algo personal, me encontraría con la malafollá subía porque la sala entera (o casi) le reía todas y cada una de las gracietas, gracietas hasta donde yo entendí basadas en movimientos lentos, miraditas y silenciosos (coño, en plan mimo) y en jugar con la silla que había sobre el escenario, a la que le dio más vueltas que Pepe Viyuela y la escalera, eso sí, sentarse, no se sentó. Payasadas a un lado, ni un pero como músico y cantante, y ya digo, canciones disfrutables tiene, buen concierto del tal man este en líneas generales.
Zeta: Coincido con Med en que la expresiva voz de Tallest desgranando historias y su espectacular técnica de fingerpicking eran más que suficiente para dejar al público babeando. A mí me sorprendió de manera bestial la capacidad del pequeñajo para llenar el escenario (que quedaba muy lejano esa noche...) pero es cierto que la cosa dejó de tener gracia a mitad de la actuación, momento en el que el respetable alentaba con risas y aspavientos al artista en cada una de sus muecas y retorcidas posturitas...
Espectacular, con todo.
Hasta aquí el primer trimestre de este Fonorama.
Desde aquí, lo que va de segundo:
CHUCK PROPHET (15/04)
Med: Conciertazo el que se marcó el que fuera guitarrista de Green On Red, de los que el mariquitilla de Tonis Head me dijo tras el concierto, “...pues yo a los Green On Red esos los vi en el Azkena hace años, pero no me acuerdo de nada...”.
Se encargó de abrir el evento, el concierto más bien, que no es esto el feisbuk, el canadiense Matt Epp, primero sólo él y muy bien, se le adivinaban talento y buenas maneras y el tipo parece simpático. Luego con grupo, me resultó algo más almibarado y empalagoso. Habrá que estar atento a sus pasos aún así...
Como decía al inicio de la crónica, conciertazo, un chou intenso y sin fisuras, de los que ponen el vello de punta, una velada de ruockanról genuinamente americano, una puta pasada y una suerte pillar a este tipo en estos momentos. Viene presentando ¡Let Freedom Ring! (2009, Yep Roc), un buenísimo disco, que el cabroncete de Chuck tuvo el detalle de firmarme tras la actuación, incluso me dibujo un corazoncito...
Las comparaciones con Tom Petty son inevitables, si es que le parece hasta en la cara, pero el tipo tiene carisma, personalidad y un cachondo y cabroncete sentido del humor. Así, por ejemplo, durante el concierto imitó con tanta malafollá a un español que podría pasar por chanero, además de mandar un recadito cargado de buen humor a los que en el teatro grababan su actuación.
Poco más puedo decir sin caer en el elogio, en ensalzar el pedazo de actuación que fue, una noche inolvidable, rock&roll sin concesiones, enérgico, elegante, vibrante, qué pedazo de guitarrista que es y perfectamente arropado por su banda, entre ellos: Stephanie Finch, coros, teclados y guitarra a la que Prophet le subió el volumen sin compasión durante una de las canciones que cantó ella como protagonista. ¿Momentos estelares para el que escribe? todos, especialmente me encantaron: "You Did" y "¡Let Freedom Ring!" Como curiosidad añadir que usaron el "Beautiful Dreamer" como introducción al concierto y lo finiquitaron con versión del "I’m Not Talking" de los Yardbirds. Lo dicho, una pasada.
KEVIN JOHANSEN & LINIERS (22/04)
Med: Más que disfrutable, tronchante la actuación la que se marcaron Kevin Johansen y el dibujante, coreógrafo, corista e “ingeniero aeronáutico” Liniers. Ambos realizaron el espectáculo OOPS, basado en el libro de mismo título, en dicho espectáculo Liniers va dibujando e interpretando las canciones que Johansen va tocando. Canciones que crecen una barbaridad gracias al mordaz sentido del humor, ingenio y la gracia innata del artista ilustrador.
Tal y como el propio Johansen se denominó a lo largo del concierto su género está más próximo al “desgenerado” que al ridículo corsé de las etiquetas comunes, así su amplio abanico estilístico toca palos como la cumbia, con la que Zeta hizo las paces esa noche, el folk-rock, la milonga, la rumba y lo que se quiera añadir. Actuación original que no bajó el ritmo en ningún momento y en la que se intercalaron un par de incursiones entre el público para lanzar unos cuantos de esos dibujos de Liniers en forma de aviones, lástima que el primero se rompiese. A parte de los temas propios de Johansen, como "Road Movie", "Ese Lunar", "McGuevara’s o CheDonald’s", "Daisy, Anoche soñé contigo", "El palomo" o la apoteósica "Cumbiera Intelectual" destacaron simpatiquísimas versiones de "Hotel California" (rebautizada Hotel Patagonia), "Take on Me" (A-Ha) y algún cameo de otros temas como el "Final Countdown", o el "You know I want cha" de Pitbull tocado con una guitarra eléctrica marca Hello Kitty®.
En los bises se intercambiaron intrumentos, Kevin agarró lápices y témperas y Liniers se colgó la guitarra y tras una delirante anécdota minitravestida con Londres como marco y el propio Liniers, unas botas punk, una compresa ensangrentada y el oficial de aduanas del aeropuerto como protagonistas, se marcó una versión del "Knocking on Heavens Door" primero vía Bob Dylan, luego vía Axl Rose.
Tras descojonarnos a gusto, Kevin cerró la brillante performance con "Guacamole".
Zeta: Nada más que añadir a las acertadas palabras de Med, salvo que nunca he tenido problema alguno con la cumbia. Simplemente no sé bailarla....
HUNTSVILLE presenta JUHA de Aki Kaurismäki - Cinemix (23/04)
Med: Bajo el nombre de Cinemix, aunque dentro del Fonorama, se presentaba este singular proyecto, en el que la banda noruega Huntsville interpretaba una banda sonora particularísima sobre la proyección de Juha (1999) de Kaurismäki, director finlandés del que hasta ese día sólo había visto La Vie de Bohéme. No viene a cuento pero yo es que a Finlandia le tengo cierta manía, nada personal, líos de faldas...
En Juha, Kaurismäki rinde homenaje al cine mudo, ecos del Murnau de Amanecer por doquier y lo hace contando la historia de Juha y su esposa.
Juha es un campesino tullido que vive feliz como una perdiz con su mujer, Marja, mucho más joven que él, pero también muy feliz, un buen día o no tanto llega a su pacífico hogar un malvado y egoísta hombre procedente de la ciudad que ha roto el motor de su deportivo rojo, cosa lógica si tenemos en cuenta la procedencia de ese mito llamado Raikkonen. Ni que decir tiene que el hombre de la ciudad alterará la estabilidad del hogar de los granjeros y que la tragedia se masca desde que mira a Marja por primera vez, acentuándose cuando le promete una vida llena de lujos.
La música de Huntsville actúa como perfecto canalizador de las emociones que se presentan en la cinta, así como contrapunto ideal a las bellas imágenes que contiene la obra en bastantes secuencias durante su metraje. Especialmente inspirados estuvieron en los momentos donde el mal rollo iba imperando a sus anchas o donde el bueno de Juha decide que ha llegado el momento de regalar el perro y de dejar la granja para hacer una visita a la gran ciudad ...con eróticos resultados. O no tanto. La película incluye una canción, en francés, único momento que la banda tuvo de descanso durante la casi hora y media que estuvieron en el escenario. Una bonita experiencia y una gran iniciativa este cinemix, totalmente gratuito hemos de añadir pero vaya por delante que donde se ponga Berlanga que se quite Kaurismäki.
Entre las próximas citas de este Fonorama, especialmente atractivas me parecen los Posies interpretando el A Catholic Education que ya he citado antes y los Retribution Gospel Choir, aunque intentaremos asistir a todo lo que podamos y más. ¿Tu qué dices Zeta?...Muy bien.
Zeta: Pobre Juha...
No puedo estar más de acuerdo Med, allí nos vemos.
Idea original de Med Vega
Fotografías de Cass
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