lunes, 3 de mayo de 2010

DISCOGRAFÍA RECOMENDABLE. ROKY ERICKSON

ROKY ERICKSON & OKKERVIL RIVER
True Love cast out all Evil
(2010, ANTI)





















El que fuera líder de una de las bandas pioneras de la psicodelia sesentera, los imprescindibles 13th Floor Elevators saca nuevo trabajo tras 15 años ya, muy lejos queda aquel lejano Roky Erickson & Evilhook Wildlife del ’95 y más aún aquel maravilloso The Evil One.

El legandario Roky vuelve bajo la producción de Will Sheff, líder de Okkervil River, recomendabilísima banda que sirve de acompañamiento, perfecto a todas luces, para las composiciones del tejano. Composiciones que como no pueden ser de otra manera tratan sobre la demencia, la pérdida, la pobreza y las diferentes tragedias que ha vivido en primera persona a lo largo de todos estos años, pero ahí sigue el maestro, aguantando, lidiando tempestades. Composiciones, en su mayoría, que tienen su origen en los tiempos en los que estaba confinado en una institución psiquiátrica y que el propio Sheff ha seleccionado para grabar con el viejo Roky.

Desde la inicial "Devotional Number One", en un par de minutos queda claro que puede ser un viaje tan mágico como doloroso, pues este señor es capaz de emocionar y tocar la fibra con muchísima facilidad. La canción, una vieja grabación, va creciendo delicadamente hasta que se desata una explosión de nostalgia. "Ain’t Blues to Sad" por su parte no necesita tanto tiempo para calarte, aquí la desnuda voz de Roky suena crepuscular, un estremecedor country-folk-tejano, ha llovido mucho desde la vorágine psicodélica que tanto lo ha perturbado, pero algo queda, siempre le quedará, y ahí están otros tantos palos en los que ha sido una importantísima referencia, el lo-fi ,o el garage-rock, presente, por ejemplo, en John-Lawman.

Una madeja de canciones bien hiladas, donde las referencias autobiográficas inundan cada verso, "Goodbye Sweet Dreams", como duele ese título, "Be and Bring me Home", y "Please Judge", posiblemente el cénit autobiográfico de la obra, un tema conmovedor que a pesar de estar empapado del infierno que tuvo que vivir y vivió durante su encierro no cae en el melodrama. Drama hay, por supuesto, pero sobre todo rebosa honestidad. "Bring me Back the Past", tiene un ligero aroma Byrds que es francamente una delicia y una suerte. La canción que da nombre al disco, "True Love Cast Out All Evil", es una dolorosa y dura balada country a la que le sigue "Forever", en la que Erickson me recuerda al mismísimo Roy Orbison, otro punto álgido dentro de un disco que sólo tiene puntos álgidos y eso no es sólo mérito del interés que causa el personaje y sus fantasmas, aquí hay canciones y un trabajo excelente por parte de los Okkervil River que hacen que Roky suene tan grande como es, tan grande como merece sonar.

Tras las notables e inspiradas "Think Of As One" y "Birds’d Crash" el album se cierra como comenzó, con una vieja grabación que va creciendo, "God Is Everywhere". Eso sí, ahora con más optimismo.
Quizás esta mirada atrás del sexagenario Erickson sirva para exorcizar sus demonios, ojalá signifique un nuevo comienzo para un personaje de su calibre.

Screamadelica es la joya que es por la influencia, en gran parte, de este señor. Bandas como Spacemen3, Jesus & Mary Chain, Radio Birdman, REM o los Black Angels le deben tanto que parece mentira que viviera con 200$ mensuales durante bastante tiempo, incluso se ha sabido ahora que Henry Rollins pagó de su bolsillo un tratamiento para curarle unas infecciones dentales que tuvo.

A sus pies. Ha vuelto Roky Erickson, si es que alguna vez se fue.





Por mED Vega (Slip Inside This House)

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