jueves, 12 de agosto de 2010

CRÓNICA. CHRIS ISAAK EN ATARFE

CHRIS ISAAK
Centro Cultural Medina Elvira
Atarfe. Granada
(03/07/2010)


Pocos, muy pocos fueron los privilegiados que se acercaron al concierto que cerraba la gira española del majestuoso crooner, showman y rockero californiano, Chris Isaak. ¿Razones? Al parecer muchas. Pero no voy a entrar a analizarlas porque lo importante es que el que allí estuvo vivió algo mágico. Un par de horas fantásticas en un show que lo tuvo todo, un entertainer, músico y cantante arrollador en un momento de forma escandalosamente soberbio, una banda maravillosa y extenuantes cargas y descargas de emoción, diversión y por encima de todo rocanrol. Rock & Roll de una calidad y elegancia como no hay otra igual.

En un principio esta historia iba a tener otro marco, el Coliseo Ciudad de Atarfe, e iba a contar con Arizona Baby y los Coronas como teloneros o eso decía mi entrada. Pero la venta de localidades no acompañó, nada de escuderos y el evento acabo trasladándose al Centro Cultural Medina Elvira, y aquí y ahora me quito el sombrero ante quien proceda ya que lo fácil hubiera sido cancelar la función y en lugar de esa medida tuvimos la suerte de presenciar a semejante artista en la máxima intimidad y con una acústica que se me antoja imposible de reproducir en una plaza de toros. Bravo.


No recuerdo la hora en que Zeta, Cass y un servidor nos posicionamos en primera fila y eso que la pregunté dieciocho veces, tampoco recuerdo la cantidad de veces que subí y bajé las escaleras del recinto para adquirir una copia para cada uno de nosotros de su último disco que más que disco es un discazo, Mr. Lucky, del que ya se habló largo y Tendillo en esta santa casa, como yo ya lo tenía compré uno para Sithbass que no pudo asistir porque (…), lo que sí recuerdo es como a eso de pasadas las 10 de la noche Isaak y su banda irrumpió al ritmo de "Lonely with a Broken Heart" y desde ahí hasta el final todo resplandeció. Chris Isaak vestía traje burdeos pero ante todo calzaba una voz que no es de este mundo, o al menos no es de esta época, en un estado de gracia abrumador, desde ese pistoletazo de salida se presagiaba una noche antológica. De seguido se marcó un "Dancin’" estratosférico, donde la atmósfera de su disco de debut, Silvertone, tomó forma y fondo, magia ¿será esto que sentíamos lo que se sentía en la época dorada de los Sun Records? ¿Realmente existe alguien sobre la faz de la tierra más impregnado del espíritu de Roy Orbison o Elvis que el bueno de Chris Isaak? Tal vez juntando las bolas de Dragón podríamos responder a esto con objetividad pero vivido lo vivido yo tengo más que claro las respuestas.

"Two Hearts" y "Somebody’s Crying" completaron un póker inicial sin contemplaciones. Tras las cuales, Isaak, se dirigió al publico por primera vez mientras aconsejaba a su guitarrista, Hershel Yatovitz, que mirase fijamente a las féminas y tocase algo bonito, así abordó "Love Me Tender", para la cual se bajó al patio de butacas para cantar entre la audiencia. El Love Me Tender del Rey, el Love Me Tender que Sailor le cantaba a Lula, pero qué preciosidad, qué enormidad mare meva…


De vuelta al escenario rocanrolearon y bailaron con una coreografía que no por estudiada y trabajada deja de ser espontánea y divertida. En ese momento ya estábamos todos de pie y junto al escenario tal y como había pedido él. Chris tenía ganas de marcha, era su última cita en suelo español, y quería una gran fiesta y si bien es cierto que en sus temas más rockeros y bailongos este señor transmite y mucho cuando saca su lado calmado e intimista desgarra, así cuando le llegó la hora a su "Wicked Game" demostró que ha nacido para reinar en los escenarios sin importar el palo pero cuando le toca acariciar fibras sensibles es inalcanzable. Que un tema tan explotado y parodiado llegue a alcanzar las cotas de emotiviad, dramatismo y honestidad que Isaak le insufló es sencillamente magistral. No sonó a obligación más bien fue una radiografía de su propia alma. Si en "Wicked Game" el que se muestra vulnerable es él en la que le siguió, "Go Walking Down There" el que se llevó el machetazo fui yo mismo, así cuando cantaba: “Look at all you lucky people, think of all the things you do. Look at all you happy people, wish I could be like you” me dolía, me lo creía tanto que sufría por él, reflejo de la pasión y el saber hacer de Chris Isaak allí estaba yo pasándolo mal porque el buen hombre cantaba que no disfrutaba como nosotros. Si cuando dice mi santa madre que estoy tonto con la música lleva razón. Por suerte luego se hizo un "Best I Ever Had" de aúpa y me animé.

Pocas concesiones a Always Got Tonight, tan sólo "One Day", de mis favoritas y "Worked It Out Wrong" esta revisitada en plan gospel que hizo las delicias del respetable, vaya, como todas. Tras la cual, la banda, bandaza, se sentó en banquetas rodeando a Isaak también sentado y realizaron una algo más íntima, si cabe, interpretación de varios temas con mención especial al clásico corrido mejicano "La Tumba" será el final en castellano. Lo dicho, lo que le echen, este tipo es un crack.

Que el show está estudiado, desde los bailoteos de la banda a las subidas y bajadas de intensidad es algo evidente y más aún cuando antes de atacar una versión del "I’ll Go Crazy" de James Brown se contó una anécdota que horas antes mientras veíamos el palo germano a Maradona nos relató de pé a pá un buen amigo y mejor asaltabarras que ya había visto a Isaak en el bolo que dio en el reciente Azkena. Pero, ojo, que no por ello se pierde un ápice de frescura y comicidad en lo que hacen, que esta gente es muy buena.

Antes de vestirse de barbaridad, Isaak desgranó un "You Don’t Cry Like I Do" acojonante y un "Baby Did a Bad Bad Thing" apoteósico. A un servidor no le quedaba baba ya.


Pequeño paseo al camerino y sale con su traje de espejos, qué pasada, ¿a quién le puede quedar eso bien? Pues a Chris Isaak, claro que sí y además lo hizo cantando un "Blue Hotel" más fino que el Johnny Walker Black Label.
El primer bis lo completaron "San Francisco Days" y una versión tan esperada como ENORME del "Pretty Woman" de Orbison, tan grande como este mundial. Finiquitó con "Blue Spanish Sky", no tengo palabras para describir ese momento. Sublime.


En el segundo bis Isaak aprovechó para subir a algunas señoras y señoritas al escenario para que bailasen a lo granadino que no estamos en Las Vegas, con cameo de "Superfreak!" incluído. Ojo, que no me refiero a nadie en especial, me refiero a la canción, "Superfreak!" la pueden encontrar al final de Pequeña Miss Sunshine por ejemplo.

En definitiva, una noche inolvidable, un concierto fabuloso, excelso e inmejorable. Ni siquiera yo esperaba algo tan enorme. En la noche que ganó la roja nosotros fuimos azules, para siempre azul.

Aprovecharé para agradecer desde el palco del Serie B el buen hacer y la amabilidad de Celia Musiserv que me cambió la entrada casi a última hora y así pude situarme tan cerca del gran Isaak que ahora hasta tengo muestras de ADN del californiano.





Por mED Vega (Speak of the Devil)
Fotos por Cass

2 comentarios:

bras24 dijo...

Excelentes crónica y fotos. Qué envidia de la mala me dais, me hubiera encantado estar en el concierto. Besos. Bras

Marce Moreno dijo...

pese a la envidia, como si hubiera estado allí con mis hermanos.