10 años de Serie B.
LO-FI. El estado imperfecto
En 1965 y a propósito de la aparición de la primera hornada punk (Count Fire, Seeds, The Standells, ETC...) el genial crítico sentenció que el virtuosismo, el gusto y la calidad entendida en términos clásicos eran los verdaderos enemigos a batir en la música rock con lo cual auguró la incipiente llegada de la cultura iniciada por la Velvet en 1966 y por extensión la del movimiento LO-FI como máxima expresión del amateurismo musical.
Obviamente tal afirmación es sólo parcialmente cierta ya que sería negar la trascendencia de grupos tan seminales –aunque esencialmente técnicos– como Cream, The Jimi Experience o Grateful Dead. Pero en lo que al terreno de la independencia se refiere dicha conclusión tiene una validez insoslayable: de la misma forma que las vanguardias pictóricas negaron cualquier atisbo de concreción estética, figurativismo y objetividad así la vanguardia musical debería obviar cualquier tipo de refinamiento, destreza instrumental o academicismo obsoleto.
Este es básicamente el precepto que ha marcado la evolución del LO-FI en estas 4 décadas al que habría que añadir algunos otros que han ayudado a delimitar los siempre difusos márgenes del género como son las precarias condiciones de grabación, un total desinterés por la difusión comercial y sobre todo la escasa manipulación del producto (las canciones) con lo cual nada se interpone entre el proceso de creación y el resultado final. Arte en estado embrionario.
Claro que esto no lo inventó ni Lou Barlow ni Dean Wareham ni sus señoras madres. ¿Acaso no debería ser adscrita al LO-FI la inconmensurable obra de Syd Barret o la experiencia litúrgica de Nick Drake en su 3er LP? Aunque también es cierto que dichas obras se acercan tímidamente al terreno del Folk. En cualquier caso es absurdo determinar cronológicamente el nacimiento de un género del que podríamos incluso negar su existencia; o quizás no ya que en realidad el LO-FI siempre ha existido, bien de una manera accidental (en forma de demos, maquetas y outtakes de cualquier época) o vocacional (el primer LP de las Shaggs se grabó en ¡1969!). La diferencia es que ahora el término se ha formalizado para facilitar la labor de mentes cuadriculadas. En fin, cada cual elige según sus criterios el punto de partida del movimiento.
Para mí el LO-FI nació –simbólicamente– en Junio del 78, fecha de publicación del 1er. single (“14 floor”) de uno de los grupos más humildes, ignorados, enigmáticos y extraordinarios de la historia del rock: Television Personalities. Poco ha aportado la música en las 2 últimas décadas que ya no hubiera intuido el genio incólume de Dan Treacy. Cito a continuación al crítico Y. Kreilkamp: “Musical y conceptualmente estaban por encima de su época. Su caótico amateurismo consolidó lo que en el futuro sería conocido como “indie rock”. Claro que sí hombre.
Los 1º T.V.Ps formaron parte de una escena (el punk alternativo británico) ya de por sí desligada de todo tipo de indulgencia, presiones estilísticas o densidad conceptual; con todo, ellos añadirían (en su 3er y 4º LP.) una nueva dimensión casi desconocida en el LO-FI: hacer de él una experiencia más individual (personal) que trascendía la inmediatez y frivolidad de unas bandas coetáneas (The Desperate Bicycles, Swell Maps o The Monochrome Set ) adscritas también a dicho estilo; crearon atmósferas más oscuras e inhóspitas en la línea de quien fue su gran mentor: Syd Barret.
Otro capítulo curioso lo protagonizó Billy Bragg quien trabajó sobre nuevas posibilidades al descuidar la musicalidad de sus canciones para realzar así el valor de los textos. A camino entre el folk y el punk sus 3 primeros LP´s tienen una intencionalidad socio-política en la que la urgencia del mensaje justifica la desnudez estilística.
Quizás la aproximación más ajustada en los 80´s a lo que hoy entendemos por LO-FI la personificaron 2 curiosas bandas: Beat Happening, y sobre todo The Vaselines. En primer lugar descartaron los elementos más poéticos y reflexivos de los ya mencionados y sobre todo los recordaremos porque pocas veces se ha acometido la creación musical desde tan altos grados de torpeza e inexperiencia para dar lugar a obras de una inexplicable “perfección” y diafanidad. Lo cual indica que en la independencia el contenido está muy por encima de consideraciones instrumentales, estéticas o lo que sea.
Era difícil alcanzar mayores cotas de amateurismo y sin embargo la obra de Daniel Johnston alberga un inabordable tratamiento musical. De paso imprime una nueva dimensión LO-FI al convertir su música en una experiencia existencial; me explico: Johnston era un adolescente con tremendos problemas psiquiátricos. Sus primeras grabaciones (1980-1983) fueron recogidas en su magnetofón e interpretadas con un teclado de juguete; en ellas crea no solo un universo musical que incluía personajes como los Beatles o King Kong, sino también una imprecisa y anómala lectura de los principios fundamentales de sonoridad. Esas cintas salieron a la luz tal y como se concibieron, sin ningún tipo de alteración, con lo cual la escena indie americana tuvo acceso a una innovadora forma de entender la música mucho antes de que Sebadoh publicara sus primeros LPs.
Como cualquier otro género, el LO-FI también tendría su canto del cisne en uno de los discos más perfectos que jamás haya escuchado: “Alien Lines” de Guided by Voices. Una obra que te hace relativizar todo esto del rock: el papel de los productores, las técnicas de grabación, la clasificación del rock en géneros, el concepto en sí mismo de canción. Quizás sea este último el aspecto más curioso de sus LP´s y su gran aportación al LO-FI ya que las canciones, siempre
inacabadas, quedan reducidas a meros bocetos; es el punto máximo de dejadez e indisciplina al que un álbum pop ha llegado. Muchas de aquellas ¡29! Canciones hubieran sido un éxito de manos de Teenage Funclub o The Posies, o hubieran despertado pasiones en el sector “grunge”, sin embargo aquel estado tan primario e informal los hacía difícilmente encajables en un estilo determinado.
¿Qué nos queda hoy? Mucho, muchísimo. Grandes creadores como Sebadoh, The Amps, Silver Jews, Smog, Place o Liz Phair que han dignificado su música desde la sencillez.
Tampoco esto significa que el LO-FI sea la panacea, no hay que olvidar por ejemplo, el sopor y tedio que envuelve a uno tras una prolongada escucha de bandas como Half Japanese o incluso de los sobrevalorados Galaxie 500, pero al menos en este estilo, como en el folk, no hay nada que esconder.
Hoy escuchando a Smog o D. Johnston uno descubre que la esencia está por encima de la presencia, que la sencillez puede esconder enrevesadas estructuras melódicas y que en el rock alternativo no existen clichés preestablecidos, pero ¡cuidado!, tan desoladas texturas sonoras, la inexistencia muchas veces de musicalidad alguna y cierta vocación dadaísta en algunos de estos intérpretes puede llegar a destrozar los nervios a muchas personas, ¡¡como a una que yo me sé!!
7 OBRAS IMPRESCINDIBLES
1º T.V. Personalities: “The Painted word” (1985)
2º Guided by Voices: “Alien Lanes” (1995)
3º T.V. Personalities: “Mummy, you´re not watchin´ me” (1982)
4º The Vaselines: “The way of the Vaselines” (Recopilatorio)
5º Daniel Johnston: “Yip Jump Music” (1983)
6º Galaxie 500: “Today” (1988)
7º Sebadoh: “Bakesale” (1994)
LO-FI. El estado imperfecto
En 1965 y a propósito de la aparición de la primera hornada punk (Count Fire, Seeds, The Standells, ETC...) el genial crítico sentenció que el virtuosismo, el gusto y la calidad entendida en términos clásicos eran los verdaderos enemigos a batir en la música rock con lo cual auguró la incipiente llegada de la cultura iniciada por la Velvet en 1966 y por extensión la del movimiento LO-FI como máxima expresión del amateurismo musical.
Obviamente tal afirmación es sólo parcialmente cierta ya que sería negar la trascendencia de grupos tan seminales –aunque esencialmente técnicos– como Cream, The Jimi Experience o Grateful Dead. Pero en lo que al terreno de la independencia se refiere dicha conclusión tiene una validez insoslayable: de la misma forma que las vanguardias pictóricas negaron cualquier atisbo de concreción estética, figurativismo y objetividad así la vanguardia musical debería obviar cualquier tipo de refinamiento, destreza instrumental o academicismo obsoleto.
Este es básicamente el precepto que ha marcado la evolución del LO-FI en estas 4 décadas al que habría que añadir algunos otros que han ayudado a delimitar los siempre difusos márgenes del género como son las precarias condiciones de grabación, un total desinterés por la difusión comercial y sobre todo la escasa manipulación del producto (las canciones) con lo cual nada se interpone entre el proceso de creación y el resultado final. Arte en estado embrionario.
Claro que esto no lo inventó ni Lou Barlow ni Dean Wareham ni sus señoras madres. ¿Acaso no debería ser adscrita al LO-FI la inconmensurable obra de Syd Barret o la experiencia litúrgica de Nick Drake en su 3er LP? Aunque también es cierto que dichas obras se acercan tímidamente al terreno del Folk. En cualquier caso es absurdo determinar cronológicamente el nacimiento de un género del que podríamos incluso negar su existencia; o quizás no ya que en realidad el LO-FI siempre ha existido, bien de una manera accidental (en forma de demos, maquetas y outtakes de cualquier época) o vocacional (el primer LP de las Shaggs se grabó en ¡1969!). La diferencia es que ahora el término se ha formalizado para facilitar la labor de mentes cuadriculadas. En fin, cada cual elige según sus criterios el punto de partida del movimiento.
Para mí el LO-FI nació –simbólicamente– en Junio del 78, fecha de publicación del 1er. single (“14 floor”) de uno de los grupos más humildes, ignorados, enigmáticos y extraordinarios de la historia del rock: Television Personalities. Poco ha aportado la música en las 2 últimas décadas que ya no hubiera intuido el genio incólume de Dan Treacy. Cito a continuación al crítico Y. Kreilkamp: “Musical y conceptualmente estaban por encima de su época. Su caótico amateurismo consolidó lo que en el futuro sería conocido como “indie rock”. Claro que sí hombre.
Los 1º T.V.Ps formaron parte de una escena (el punk alternativo británico) ya de por sí desligada de todo tipo de indulgencia, presiones estilísticas o densidad conceptual; con todo, ellos añadirían (en su 3er y 4º LP.) una nueva dimensión casi desconocida en el LO-FI: hacer de él una experiencia más individual (personal) que trascendía la inmediatez y frivolidad de unas bandas coetáneas (The Desperate Bicycles, Swell Maps o The Monochrome Set ) adscritas también a dicho estilo; crearon atmósferas más oscuras e inhóspitas en la línea de quien fue su gran mentor: Syd Barret.
Otro capítulo curioso lo protagonizó Billy Bragg quien trabajó sobre nuevas posibilidades al descuidar la musicalidad de sus canciones para realzar así el valor de los textos. A camino entre el folk y el punk sus 3 primeros LP´s tienen una intencionalidad socio-política en la que la urgencia del mensaje justifica la desnudez estilística.
Quizás la aproximación más ajustada en los 80´s a lo que hoy entendemos por LO-FI la personificaron 2 curiosas bandas: Beat Happening, y sobre todo The Vaselines. En primer lugar descartaron los elementos más poéticos y reflexivos de los ya mencionados y sobre todo los recordaremos porque pocas veces se ha acometido la creación musical desde tan altos grados de torpeza e inexperiencia para dar lugar a obras de una inexplicable “perfección” y diafanidad. Lo cual indica que en la independencia el contenido está muy por encima de consideraciones instrumentales, estéticas o lo que sea.
Era difícil alcanzar mayores cotas de amateurismo y sin embargo la obra de Daniel Johnston alberga un inabordable tratamiento musical. De paso imprime una nueva dimensión LO-FI al convertir su música en una experiencia existencial; me explico: Johnston era un adolescente con tremendos problemas psiquiátricos. Sus primeras grabaciones (1980-1983) fueron recogidas en su magnetofón e interpretadas con un teclado de juguete; en ellas crea no solo un universo musical que incluía personajes como los Beatles o King Kong, sino también una imprecisa y anómala lectura de los principios fundamentales de sonoridad. Esas cintas salieron a la luz tal y como se concibieron, sin ningún tipo de alteración, con lo cual la escena indie americana tuvo acceso a una innovadora forma de entender la música mucho antes de que Sebadoh publicara sus primeros LPs.
Como cualquier otro género, el LO-FI también tendría su canto del cisne en uno de los discos más perfectos que jamás haya escuchado: “Alien Lines” de Guided by Voices. Una obra que te hace relativizar todo esto del rock: el papel de los productores, las técnicas de grabación, la clasificación del rock en géneros, el concepto en sí mismo de canción. Quizás sea este último el aspecto más curioso de sus LP´s y su gran aportación al LO-FI ya que las canciones, siempre
inacabadas, quedan reducidas a meros bocetos; es el punto máximo de dejadez e indisciplina al que un álbum pop ha llegado. Muchas de aquellas ¡29! Canciones hubieran sido un éxito de manos de Teenage Funclub o The Posies, o hubieran despertado pasiones en el sector “grunge”, sin embargo aquel estado tan primario e informal los hacía difícilmente encajables en un estilo determinado.
¿Qué nos queda hoy? Mucho, muchísimo. Grandes creadores como Sebadoh, The Amps, Silver Jews, Smog, Place o Liz Phair que han dignificado su música desde la sencillez.
Tampoco esto significa que el LO-FI sea la panacea, no hay que olvidar por ejemplo, el sopor y tedio que envuelve a uno tras una prolongada escucha de bandas como Half Japanese o incluso de los sobrevalorados Galaxie 500, pero al menos en este estilo, como en el folk, no hay nada que esconder.
Hoy escuchando a Smog o D. Johnston uno descubre que la esencia está por encima de la presencia, que la sencillez puede esconder enrevesadas estructuras melódicas y que en el rock alternativo no existen clichés preestablecidos, pero ¡cuidado!, tan desoladas texturas sonoras, la inexistencia muchas veces de musicalidad alguna y cierta vocación dadaísta en algunos de estos intérpretes puede llegar a destrozar los nervios a muchas personas, ¡¡como a una que yo me sé!!
7 OBRAS IMPRESCINDIBLES
1º T.V. Personalities: “The Painted word” (1985)
2º Guided by Voices: “Alien Lanes” (1995)
3º T.V. Personalities: “Mummy, you´re not watchin´ me” (1982)
4º The Vaselines: “The way of the Vaselines” (Recopilatorio)
5º Daniel Johnston: “Yip Jump Music” (1983)
6º Galaxie 500: “Today” (1988)
7º Sebadoh: “Bakesale” (1994)
Carlos C.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario