Tantas noches sin dormir, tantas reuniones clandestinas, tanto ingenio derrochado, tantas ideas, tantos nombres para el Fanzine, tantas utopías, tantas, tontas, tontos, tentos, tuntos, tintos...
El fanzine estaba terminado, los dedos del Cibernauta Tronchero sangraban de tanto teclear. Recogimos todo el material que podía incriminarnos en el delito y nos montamos en el trócalo con ruedas, satisfechos, habíamos acabado nuestro trabajo y el fanzine viajaba hacia la gloria.
Y entonces cuando ya creíamos que todo estaba controlado llegó lo más inesperado...: "¿Qué es eso?, ¿es un pájaro?, ¿es el AVE?, ¿es el Padre Apeles?. No, es verde, es una lechuga andante, es la rana Gustavo, no, no; es un trócalo todo terreno, eesss...La Benemérita, ¡no me jodas!
Nos dan el alto, ¿qué querrán?, ¿querrán hacernos la prueba de alcoholemia? (esta pregunta queda descartada porque todos nuestros fondos se habían evaporado en sacar a la luz esto que estas leyendo).
¡No!, van directos al maletero con su linterna en ristre, ¿buscarán la publicación más perseguida del Valle de Los Pedroches?, ¿quién ha dado el chivatazo?. Buscaron, buscaron, buscaron...pero logramos salir indemnes de aquella nueva trampa que el destino nos reservaba.
Al fin estaban en la calle 85 ejemplares que en un principio nos parecieron suficientes; aunque el día 1 de marzo, día señalado en nuestro estratégico plan de reparto y del que la Guardia Civil ni se coscó, llegamos a pensar que volveríamos a casa con las bolsas llenas, sin entregar ni uno.
Pero afortunadamente fue entregar los cinco primeros y el correr de voz en voz para que nos los quitárais de las manos; es más volvimos a hacer una nueva tirada para desgracia de nuestros bolsillos de 50 ejemplares, en suma 135 y todavía nos hemos quedado cortos porque las peticiones son masivas.
Aún hay más, hemos llegado a romper las fronteras de nuestro queridísmo Planeta Valle de Los Pedroches y lo hemos llegado a distribuir tímidamente por Kórdoba, Albacete, Logroño, San Francisco y Seattle con expectativas muy prometedoras.
Este número 1 tendrá por tanto unas pretensiones algo más elevadas, tanto en calidad como en cantidad. Ya lo estaréis comprobando.
Esta susodicha paranoia está dedicada a aquellos que no confiaron en que esto que tenéis en vuestras manos no se quedara en simple palabrería.
Este texto aparecía en el número 1 de Serie B (segundo número, en referencia al número cero). Como bien cita, la fecha de partida fue el 1 de Marzo de 1997. Como ya es sabido la gloriosa época del papel impreso pasó a mejor vida y con ella la labor de algunos de esos primeros fanzineros.
Desde aquel número cero se pretendía crear un boletín modesto donde tuvieran cabida propuestas culturales interesantes, tomando como eje evidentemente la música. En este tortuoso recorrido se llevaron a cabo grandes gestas. La creación de la Asociación Juvenil Cultural Serie B, una primera versión en página web (cuando su consumo no era tan masivo y desbordado como lo es ahora).
En aquellos años surgieron nuevos jóvenes con mentes inquietas que supieron plasmar en sonidos una renovada sensación de escapismo, lo que desde Serie B se bautizó como "La Nueva Ola en Pozoblanko", a saber, Paso de Cebra, Muffis y White Holes (hecho que tuvo su cumbre en aquel Pop-zoblanco 99). Y desde entonces no dejaron de generarse nuevos proyectos, La banda del Soul, Señor Olmo, Poor Flowers, Celofans, Tweilicht, Millhouse, Son de Nadie, Mi Novia Dummy, Gotcha!, Spabunker, Negative, Daviles, Metáfora, Beluga, La Boca del Lobo, 806 Free Kiss, C/ Willow, etc...que nos disculpen si olvidamos alguno. La contribución musical taruga ha sido bastante regular desde entonces.
El resto es historia...
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