Standstill resumen sus diez años de carrera músico-festiva en un documental desde una perspectiva francamente personal. Es una de las bandas más inquietas, excitantes e innovadoras del panorama nacional, cuya evolución a lo largo de los años ha ganado en admiradores, algo que en sus inicios la crítica veía imposible que así sucediera. Este grupo no ha hecho sino sumar en cada uno de sus pasos, sin perder su creatividad ni su energía. Más allá de esto, “diez años y una zanahoria” es un buen documental si nos ajustamos al presupuesto con el que Enric Montefusto (vocalista y compositor de la banda) ha contado para realizarlo. Puesto que ha sido él mismo el encargado de elaborar tal empresa, el resultado obtenido ha sido muy personal y sincero, aunque también ha contado con la ayuda de Rosa Rydahl como directora del documental.
Ambos han conseguido plasmar la idea original de manera clara y concisa mostrando de esta manera, algo de lo que Enric está muy orgulloso: "reflejar artísticamente lo que siempre he querido de forma espontánea, sin que ello obtuviera el respaldo económico y de público que se desease". Es por ello por lo que tenía que ser uno de sus componentes el encargado de editarlo, porque así recogerían al cien por cien la identidad y los objetivos del grupo.
El momento cumbre de la obra aparece con la participación de las madres de los principales miembros de la banda, que desde su opinión personal comentan cómo vivieron la experiencia de aquellos veinteañeros dispuestos a comerse el mundo y que tan extraños gustos musicales tenían y expresaban.
La aventura comenzó en 1995, con sus primeros ensayos, que quedarían recogido en la demo “Progress self-destruction” en 1996. Las pequeñas discográficas de Heart in hand y DIY product, les editaron un mini-LP, que sería su debut, “The Tide”, en 1997, donde podemos sentir la rabia que expresan a través de sus enérgicas canciones. Hardcore con tintes metálicos, Emocore, lo llamaban, y aquí terminó esa marca de la casa, pues en 2001 publicarían “The Ionic Spell” de manos de Bcore, y lo que se considera auténticamente su verdadero debut. Las revistas Mondosonoro y Rock Sound le dieron el título de “disco del año”. Es aquí cuando empieza una perspectiva de futuro, posiblemente consolidado, a través de los conciertos, cada vez más exitosos y no sólo a nivel nacional, sino que ya habían calado en el resto de Europa, convirtiéndose en referentes de un sinfín de grupos debutantes.
Pronto, el grupo comenzó a evolucionar y mostrar su lado más sensible. Ya no se trataba tan solo de tocar fuerte y gritar, ahora sus canciones llegarán a desgarrar el interior de aquel que los escuche. Resulta normal que su siguiente disco “Memories collector” publicado en 2002, también fuese elegido disco del año, y a continuación llegara su gira internacional, que los convertiría en un grupo consolidado en toda Europa.
Y es precisamente aquí, cuando Standstill toma una decisión importante: abandonar el inglés y adoptar el castellano para las letras de sus futuras canciones, cada vez más cercanas, íntimas y personales, volviendo a la escena en 2004 con “Standstill”. Este disco no sólo hizo reinventarse a la banda sino que ayudó a que saliese una nueva forma de entender el rock en castellano, sin precedentes hasta ellos.
La última entrega que nos ha dejado el grupo apareció en 2006, bajo su sello Buena Suerte, “Vivalaguerra”, donde continúan con el castellano como forma de expresión y la melodía alcanza un mayor grado que en el resto de sus tiradas y dejan sus tintes hardcore para los momentos álgidos de los temas.
La finalidad del documental es acercar a los seguidores esta larga y fructífera carrera musical. Cabe destacar que el documental se puede adquirir en su inminente edición en DVD, en su segunda edición autoeditada para su sello Buena Suerte.
Por Dj Playmobil
Ambos han conseguido plasmar la idea original de manera clara y concisa mostrando de esta manera, algo de lo que Enric está muy orgulloso: "reflejar artísticamente lo que siempre he querido de forma espontánea, sin que ello obtuviera el respaldo económico y de público que se desease". Es por ello por lo que tenía que ser uno de sus componentes el encargado de editarlo, porque así recogerían al cien por cien la identidad y los objetivos del grupo.
El momento cumbre de la obra aparece con la participación de las madres de los principales miembros de la banda, que desde su opinión personal comentan cómo vivieron la experiencia de aquellos veinteañeros dispuestos a comerse el mundo y que tan extraños gustos musicales tenían y expresaban.
La aventura comenzó en 1995, con sus primeros ensayos, que quedarían recogido en la demo “Progress self-destruction” en 1996. Las pequeñas discográficas de Heart in hand y DIY product, les editaron un mini-LP, que sería su debut, “The Tide”, en 1997, donde podemos sentir la rabia que expresan a través de sus enérgicas canciones. Hardcore con tintes metálicos, Emocore, lo llamaban, y aquí terminó esa marca de la casa, pues en 2001 publicarían “The Ionic Spell” de manos de Bcore, y lo que se considera auténticamente su verdadero debut. Las revistas Mondosonoro y Rock Sound le dieron el título de “disco del año”. Es aquí cuando empieza una perspectiva de futuro, posiblemente consolidado, a través de los conciertos, cada vez más exitosos y no sólo a nivel nacional, sino que ya habían calado en el resto de Europa, convirtiéndose en referentes de un sinfín de grupos debutantes.
Pronto, el grupo comenzó a evolucionar y mostrar su lado más sensible. Ya no se trataba tan solo de tocar fuerte y gritar, ahora sus canciones llegarán a desgarrar el interior de aquel que los escuche. Resulta normal que su siguiente disco “Memories collector” publicado en 2002, también fuese elegido disco del año, y a continuación llegara su gira internacional, que los convertiría en un grupo consolidado en toda Europa.
Y es precisamente aquí, cuando Standstill toma una decisión importante: abandonar el inglés y adoptar el castellano para las letras de sus futuras canciones, cada vez más cercanas, íntimas y personales, volviendo a la escena en 2004 con “Standstill”. Este disco no sólo hizo reinventarse a la banda sino que ayudó a que saliese una nueva forma de entender el rock en castellano, sin precedentes hasta ellos.
La última entrega que nos ha dejado el grupo apareció en 2006, bajo su sello Buena Suerte, “Vivalaguerra”, donde continúan con el castellano como forma de expresión y la melodía alcanza un mayor grado que en el resto de sus tiradas y dejan sus tintes hardcore para los momentos álgidos de los temas.
La finalidad del documental es acercar a los seguidores esta larga y fructífera carrera musical. Cabe destacar que el documental se puede adquirir en su inminente edición en DVD, en su segunda edición autoeditada para su sello Buena Suerte.
Por Dj Playmobil
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