CRÓNICA. LAGARTIJA NICK + LABERINTO B

LAGARTIJA NICK + LABERINTO B
Sala El Tren (Granada)

La cita tuvo lugar el sábado 19 de enero a las supuestas 21:00; llegamos tres cuartos de hora tarde y lamentándonos que, a nuestra suposición ya habrían actuado los teloneros. Pero inocentes de nosotros, aún estaban cerradas las puertas y la cola para la entrada tan sólo contaba con una quincena de personas (alguna que otra practicando la botellón en su coche). Otros tres cuartos de hora después, la sala el Tren de Granada abría sus puertas para la gente que esperaba a comprar las entradas.

Por fin entramos y tras sorprendernos, por no decir acongojarnos por el precio de las consumiciones, nos tomamos unas cervezas de barril, (como no Alhambra (por la ciudad en la que estábamos), de la que yo por cierto no hablo excelencias, y menos en vasos de plástico. Una hora y media después de lo anunciado salieron al escenario Laberintho B, banda de Motril que trajo varios adeptos que animaron el combo. Los primeros temas contenían mucha rabia en las guitarras y una batería muy contundente, preparándonos para lo que venía a posteriori. Sonaban a Lagartija Nick, pero a la mitad de su repertorio apreciamos influencias de Héroes del Silencio. Lo mejor sin duda fueron los desarrollos instrumentales que alargaban las canciones de forma brillante. Buen comienzo.

Preparados para lo siguiente y casi sin darnos cuenta, la sala se llenó por completo y el público se impacientaba. Por fin, un compás de golpes secos, fuertes y rápidos anunciaba que Erik sigue estando en forma. El telón se abrió regalándonos a los presentes una barrera de sonidos casi mareables que el público acogió con fuertes movimientos de cabeza y ejecución de air-guitar. Al principio repasaron temas de “Inercia” (“Algo sucio, Algo eléctrico”, “transfiguración”, “Eclipse”, “Cara B”…), para posteriormente ejecutar con aún más rabia los de su última tirada, El Shock de Leia (Everlasting/Popstock). Sonaron entre otras: “Anoche soñé demasiado”, “Carmen Celeste”, “20 versiones”, “El shock de Leia”, “Pasajeros en tránsito”…

El público ya estaba entregado, qué decir de una banda que ha barajado ya varios estilos musicales y que en la actualidad se decanta por el rock que en sus inicios les hizo triunfar. A la batería Erik continúa sumando magníficas actuaciones, sea cual sea la banda con la que lo haga. “¡Dios mío! Inagotable el tío ese” comentaban varios puristas situados al lado mía. En el bajo Lorena salió a escena al más puro estilo Curtney Love, dejándonos observar gran parte de su cuerpo. “Lorena estoy enamorado de ti” gritaba otro justo detrás de mí. A la guitarra Víctor Lapido hizo un concierto francamente sensacional, y Antonio Arias se desgañitó a grito “pelao” e incluso se retorcía agarrando el micrófono. Sudó de lo lindo. A mejorar el sonido del teclado, en ocasiones demasiado alto, tapaba el resto de instrumentos. Por cierto, el sonido en la sala era más que aceptable.

Llegó el momento de interpretar “Lo imprevisto”, del disco con nombre homónimo y he aquí el momento “friki” del concierto. A pesar de la amplitud de la sala, me tocó justo delante de “el borracho de los conciertos” que olía fatal, regalaba cubalibre a los presentes, se subía en un banco por allí situado y saltaba encima de él, jugando con nuestros reflejos. El momento clave fue cuando hizo el perrito y me colocó el culo justo en mi nariz…¡buagghh!

Se retiró el grupo, el público adrenalínico, rogó más y ahí salió el combo con dos sorpresas: el vocalista y guitarra de Lori Meyers que hicieron las delicias del público. El escenario se inundaba de flashes y cámaras. Y de nuevo volvieron a retirarse pero como bien tararea la canción “Todos queremos más” de nuevo fueron generosos y agraciaron al público con otra colaboración de lujo: J de Los Planetas que más desganado que de costumbre y con papel en mano, leyó que no cantó, un tema y a mediados de éste se marchó del escenario para asombro de todos.

La anécdota final la protagonizó Erik, puesto que el grupo (de nuevo muy generoso) se disponía a tocar otra para concluir, pero el batería se levantó tiró sus baquetas al público y miró a Antonio Arias con cara de: “tío que una hora y media ya está bien ¿no? Yo me piro.”

The End…en fin, un concierto de rock.

Por Dj Playmobil
Fotos Indyrock.es