THE BLACK CROWES -The Southern Harmony and Musical Companion (Def American, 92)
Cuando mis buenos amigos y mejores rufianes (Sithbass & Zeta) me pidieron participar en esto del disco de Rock de los noventa enseguida se me fue la cabeza, aunque bien mirao eso no es nada nuevo. En un principio y un final elegir un disco es una jodienda, más aún si es de los 90, donde esa peste a teen spirit que me invadió, hace que en mi estantería pueda encontrar a Slayer (siguen pareciéndome increíbles) conviviendo con Bryan Adams (me parece increíble que permanezca allí).
Francamente, si hablamos de ROCK en los 90, hay que mencionar a The Black Crowes, facturaron 5 discos 5 en esa década que son joyas inmortales de esto que no es más que R‘nR pero que tanto me gusta.
Me es imposible elegir uno de entre sus tres primeros discos, pero como siempre estoy dando la turra con lo fresco, directo y maravilloso que es el debút: Shake your Money Maker o con la majestuosidad del tercero, Amorica (su cumbre compositiva y la MEJOR portada de los cacareados nineties) pues me voy a tirar por el camino de enmedio, el segundo, The Southern Harmony and Musical Companion (1992, Def American). Además el título es más largo.
En este disco a los hermanos Robinson (Chris voz y Rich guitarra) se les une Marc Ford (guitarra) y entre todos le dan una mano de feeling a la obra acojonante. Nunca he tenido claro el concepto ese de feeling, pero yo es oírlo y pienso en la Creedence o en los Cuervos, así que estará bien empleado.
El disco no podría ser más redondo, un inicio de absoluto infarto con "Sting Me" y el himnaco "Remedy", las guitarras, los gloriosos coros femeninos, un Chris Robinson cantando como nunca, hace que no sea descabellado pensar que no estan por debajo de la Allman Brothers Band o de Lynyrd Skynyrd. En "Thorn In My Pride" bajan de revoluciones y entregan una balada cargada de alma, de las que tocan la fibra, nada de composiciones huecas, aquí tiene espíritu hasta la última nota. El disco suena con una brillantez y una calidez impropias de la época, en los mandos, Georges Drakoulias, que también tiene un mérito enorme (este tipo además ha producido el Dust de los Screaming Trees o el Hollywood Town Hall de los Jayhawks).
Si lo de "Thorn in my Pride" es clase, lo de "Bad Luck Blue Eyes Goddbye" solo puede calificarse de belleza, puro blues. Tras esta parte más calmada llega "Sometimes Salvation", quizás mi corte favorito de la obra, una jodida delicia de riff. "Hotel Illnes", otro clásico como el Nesquik, instantáneo, "Black Moon Creeping", ruock, "No Speak No Slave", un toque de chulería más no desentonará y "My Morning Song", otra grandísima joya donde el protagonismo de esa steel guitar la eleva a una de las composiciones más apasionantes del conjunto.
Para finalizar el disco, una excelente versión de Bob Marley, "Time Will Tell", cuarto y mitad de alma y ya lo tienes. Rock And Roll.
Una colección de canciones con raíces sureñas, espirituales, pasionales, cargadas de energía y actitud. La mejor alternativa al GrunJe: The Black Crowes, la última gran banda...
Para mi significó en su día lo que El "Exile on Main St". pudo significar en alguien que ame el Rock (y me saque 20 añitos). Ojo, comparo emociones y coyunturas no seré yo el que use el nombre de los Stones en vano.
Ya sé que los Cuervos no inventaron nada a diferencia de “muchos” “grupos” de los 90, pero para mi primero están las canciones y luego las visiones, prefiero recorrer una renovada Route 66 a que me hagan un camino de cabras donde antes no había nada.
Por Med Vega (Atlanta, Georgia)
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