THE BLACK LIPS
La Maroquinerie
(11/04/08)
La Maroquinerie
(11/04/08)
Son jodidamente jóvenes y no dan conciertos, a ellos les va más incitar a la violencia, montar la banda sonora en vivo de una tarde/noche rodeada de hostias como panes, desenfreno y líquidos humanos.
Los cuatro pipiolos de Atlanta (Georgia) que saltaron a la fama, youtube mediante, con un disco en directo en Tijuana (ver crítica de Zeta al respecto) presentan su Good Bad Not Evil (ver la otra crítica de Z) por media Europa y antes de llegar a España, pararon por París.
Tras dos grupos de teloneros con suerte dispar, los Weekends que estuvieron penosos y los austeros Cheveu bastante bien recibidos y finos pese a su limitada oferta, aparecieron los jovenes Labios Negros, desde ese momento varios de los asistentes se liaron a leches, nada de pogo, hostias limpias. El chavalín-guitarra miro la situación y dijo: "wait, wait, wait, one, two, three, four, now!!" Y de ahí al infierno, todo el mundo se metió en una pelea con todo el mundo y un gordo borracho se lanzó contra la batería, los Lips seguían a lo suyo, botellines de cerveza volando, lapos para todos, me acordé del bueno de Joe Strummer y lo que le ocurrió en cierta ocasión con un escupitajo, así que trataba de escupir con la boca pequeña para que no me entrara ninguno. A los tres breves pero intensos temas había gente tirada en el suelo, jovencísimas chavalas con las tetas al aire y mucho mucho sudor.
La sala es bastante pequeña y no hay separación con el escenario así que cuando los empujones se centraban con la primera fila (zona en la que estaba) me veía las rodillas desencajadas y tenía que empujar hacia atrás, soltando codazos Redondo’s style y cabezazos a lo Maresca, en una de esas me vi con la cabeza espachurrada contra el torso desnudo de una joven que se lió a darme golpes en las costillas con sus muslos y tirones de pelo de diferentes intenciones. En ese momento sonaba "O Katrina" porque aunque parezca increíble los Lips salen indemnes de todos los líos. Su rocanró fresco, intenso y directo no tiene ningún secreto. Energía garage sazonada de inmediatez pop y adrenalínicos e incendiarios chous. Lo que me recuerda que no sé quién perdió no sé qué en el suelo y al encender el mechero y acercarlo a mis pantorrillas en un acto reflejo y sin alevosía le metí una patada en la cara al chaval, luego me llevé un par de golpes pero vaya, nada extraño en un concierto de estos chatines.
Sé que más que una crónica de un concierto es relatar una batalla, pero es lo que hubo. Sonaron "Boomeran", "Dirty Hands", la citada "O Katrina", "Stranger", "Hippie Hippie Hoorah" entre otras pero tanto yo como los propios protagonistas de la noche estabamos más preocupados de salir enteros que de otra cosa, pese a eso los nenes suenan de auténtico lujo, a años luz de los Kinks más cómicos y gamberros pero con su mismo espíritu burlón y buscalíos. Al finalizar el concierto invasión del escenario como si del Ruiz de Lopera se tratase y absoluta reducción a yesca de la batería lo cual impidió que se hiciera ningún bis. Resultado Black Lips 1 – Hype 0. Una gente con semejante alma y que monta lo que monta no puede ser un hype. Aunque veremos a ver.
Al finalizar el concierto pude hablar con el guitarrista/cantante (Cole Alexander) a la pregunta de que si siempre es así me dijo que al principio lo provocaban ellos pero que ahora ocurre por sí solo.
Espero que el Comando G viva un concierto similar en Madrid el próximo 19 de abril, ya sólo con vuestra presencia será mejor que este que os cuento, pero si se lía ya sería cojonudo.
Los cuatro pipiolos de Atlanta (Georgia) que saltaron a la fama, youtube mediante, con un disco en directo en Tijuana (ver crítica de Zeta al respecto) presentan su Good Bad Not Evil (ver la otra crítica de Z) por media Europa y antes de llegar a España, pararon por París.
Tras dos grupos de teloneros con suerte dispar, los Weekends que estuvieron penosos y los austeros Cheveu bastante bien recibidos y finos pese a su limitada oferta, aparecieron los jovenes Labios Negros, desde ese momento varios de los asistentes se liaron a leches, nada de pogo, hostias limpias. El chavalín-guitarra miro la situación y dijo: "wait, wait, wait, one, two, three, four, now!!" Y de ahí al infierno, todo el mundo se metió en una pelea con todo el mundo y un gordo borracho se lanzó contra la batería, los Lips seguían a lo suyo, botellines de cerveza volando, lapos para todos, me acordé del bueno de Joe Strummer y lo que le ocurrió en cierta ocasión con un escupitajo, así que trataba de escupir con la boca pequeña para que no me entrara ninguno. A los tres breves pero intensos temas había gente tirada en el suelo, jovencísimas chavalas con las tetas al aire y mucho mucho sudor.
La sala es bastante pequeña y no hay separación con el escenario así que cuando los empujones se centraban con la primera fila (zona en la que estaba) me veía las rodillas desencajadas y tenía que empujar hacia atrás, soltando codazos Redondo’s style y cabezazos a lo Maresca, en una de esas me vi con la cabeza espachurrada contra el torso desnudo de una joven que se lió a darme golpes en las costillas con sus muslos y tirones de pelo de diferentes intenciones. En ese momento sonaba "O Katrina" porque aunque parezca increíble los Lips salen indemnes de todos los líos. Su rocanró fresco, intenso y directo no tiene ningún secreto. Energía garage sazonada de inmediatez pop y adrenalínicos e incendiarios chous. Lo que me recuerda que no sé quién perdió no sé qué en el suelo y al encender el mechero y acercarlo a mis pantorrillas en un acto reflejo y sin alevosía le metí una patada en la cara al chaval, luego me llevé un par de golpes pero vaya, nada extraño en un concierto de estos chatines.
Sé que más que una crónica de un concierto es relatar una batalla, pero es lo que hubo. Sonaron "Boomeran", "Dirty Hands", la citada "O Katrina", "Stranger", "Hippie Hippie Hoorah" entre otras pero tanto yo como los propios protagonistas de la noche estabamos más preocupados de salir enteros que de otra cosa, pese a eso los nenes suenan de auténtico lujo, a años luz de los Kinks más cómicos y gamberros pero con su mismo espíritu burlón y buscalíos. Al finalizar el concierto invasión del escenario como si del Ruiz de Lopera se tratase y absoluta reducción a yesca de la batería lo cual impidió que se hiciera ningún bis. Resultado Black Lips 1 – Hype 0. Una gente con semejante alma y que monta lo que monta no puede ser un hype. Aunque veremos a ver.
Al finalizar el concierto pude hablar con el guitarrista/cantante (Cole Alexander) a la pregunta de que si siempre es así me dijo que al principio lo provocaban ellos pero que ahora ocurre por sí solo.
Espero que el Comando G viva un concierto similar en Madrid el próximo 19 de abril, ya sólo con vuestra presencia será mejor que este que os cuento, pero si se lía ya sería cojonudo.
Por Med Vega (nunca te olvidaré rubita)
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