martes, 20 de mayo de 2008

CRÓNICA. PORTISHEAD

PORTISHEAD
Le Zenith
(06/05/08)

El grupo más perfeccionista e intimista de la santísima trinidad del sonido Bristol ha vuelto. Los de Beth Gibbons se han sacado de la manga una obra redonda, fría y oscura como un funeral con el que, curiosamente, entierran los fantasmas y vuelven a la carretera.

Las ganas de ver en directo a esta gente eran enormes, tanto que consiguieron llenar dos días consecutivos el Zenith parisino. Hace unos 10 años de la última gira de Portishead, no es de extrañar semejante apetito por degustarlos en vivo, además como certeramente apunta Zeta el disco que traen bajo el brazo lo merece y mucho.

Una puesta en escena sencilla e impactante, a base de tonos grises y con proyecciones casi tan cautivadoras como la propia voz de
Beth. El grupo abrió en el mismo orden con el que se inicia el Third: "Silence" y "Hunter". Dichas composiciones ganan calidez en vivo y eso dice mucho, todo positivo, de esta banda.

Beth Gibbons hace gala de una timidez casi enfermiza, cuando se separa del micrófono se encoje de hombros y no sabe muy bien donde meterse, pero eso no es un hándicap ya que en cuanto se amarra al micrófono y simplemente deja surgir esa mágica voz que tiene ya te ha seducido. "Mysterons" fue el primer tema del ya lejano Dummy que brindaron y fue espectacular. Si los nuevos cortes son grandiosos los de esa obra indispensable que es su debut (aunque bastante masacrada por su uso en anuncios de automóviles) suenan míticos. No fue el único, también regalaron: "Glory Box" y "Numb" (seguidas, ahí es nada), "Sour Times", "Roads" y lo que fue para mi la cima del concierto, "Wandering Star" donde esa voz pasó de ser mágica y cautivadora a hipnótica y apabullante, de otro planeta.

Si a la media docena de temas del
Dummy le unes la casi integridad del Third (de las nuevas composiciones en vivo destacaría "Threads") y lo condimentas con dos cortes del homónimo ("Over" y "Cowboys"), te sale una escasa hora y media que supo a poco, pero el nivel que mostraron me pareció increíble. No esperaba que me gustaran más que la ocasión que vi a Massive Attack y así fue, de Tricky mejor no hablo que me caliento...

Cerraron la velada con "
We Carry On", al final de la misma Gibbons bajó del escenario y se dedicó a repartir besos y abrazos, yo me tuve que conformar con estrechar sus menudas y blancas manos, mis respetos señorita Gibbons.

Una guitarra que es pura clase, unos ritmos elegantes y la hipnótica voz de
Beth, tan sencillo como eso. Dudo que esta gente pueda hacer un concierto malo, eso jamás. No parecen humanos, son seres etéreos e iluminados.

The Rip



Por mED Vega (Someday Never Comes)

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