martes, 26 de enero de 2010

DISCOGRAFIA RECOMENDABLE. JUBILEE

JUBILEE
A Place called home
(Grabaciones en el Mar, 2010)


Hace sólo unos días el sello maño Grabaciones en el mar editó A Place Called Home, segundo disco de los jienenses Jubilee.

Antes de empezar a comentar el álbum debería confesarme: me ha costado una barbaridad terminar este post.
La razón es que son tantos los adjetivos babeantes que de mi pluma se desprenden al escribir sobre A Place Called Home que, al releerme, temía pender sobre mi cabeza el yugo del desconfiado y siempre sabio lector.

El caso es que me doy por vencido y os advierto antes de seguir, no puedo ser objetivo con Jubilee.

Todo aquel que disfrutara de su debut, aquel maravilloso The Ghost Orchestra (Mushroom Pillow, 03), me comprenderá cuando digo que parte de mi corazoncito musical pertenece desde entonces a esta familia de Andújar. Y es que para Serie B fanzine pocos discos nacionales aparecieron en la pasada década que puedan presumir de estar a la altura de la música que allí sonaba.
Tantos buenos momentos, tantas horas en compañía del Rodeo man, aquellos encuentros en Acapulco, la radio, los 80, Lula... tanto que, cuando anunciaron la llegada de su segunda entrega a servidor le acecharon por igual la ansiedad y la alegría, ¿estarían a la altura de lo que me podría esperar?

El caso es que el líder de Jubilee Pedro Cantudo, artífice como productor de discos para, entre otros, Tarik y la fabrica de colores, Limousine o Los Flamingos, se ha tomado su tiempo hasta completar en su propio estudio Sequentialee esta nueva joya. Y eso, unido al talento que ya les conociamos, es por sí mismo una garantía.

Y lo mejor de todo es que la espera ha merecido la pena.

A place called home es un disco mucho más serio y maduro que The Ghost, y no por ello menos disfrutable. Está mejor secuenciado, cada canción cumple como unidad independiente (con un alarde de genio en cada arreglo) y cumple al mismo tiempo su papel dentro del conjunto.

El inicio nos remite a otra época, como desde un lugar perdido entre los Beatles y Pink Floyd, con "Nobody's waiting at home", melancólica historia de niñez apoyada en un piano irresistible. Le sigue "She is mine", probablemente la canción menos trascendental del lote que aún así es un entretenido pop capaz de sacarme el tarareo del coro.

La siguiente sección es mi favorita, iniciada con un "
Is my love what keeps me rolling" que me tiene enganchadísimo y que huele a la mejor herencia de los Beach Boys del Surf up. Pura magia.
Llegados a este punto del disco ya me tienen casi ganado. Uno agradece el formato Lp + Cd que además de sonar impresionante presenta un diseño precioso.

Puede que sea precisamente "
Is my love what keeps me rolling" la única concesión "experimental" del album, y no lo digo para mal, ya que la firmarían gustosos unos Mercury Rev o Animal Collective, pero es que el resto de lo contenido aquí es de puro gusto por el clasicismo. "The singer", sin ir más lejos, con su slide y sus congas, me hace pensar en el On the Beach del maestro Young. En serio.
Si te gusta el palo, te exijo ahora mismo que te hagas con una copia.


"Her world is falling down" es otra maravilla.
Si no fuera porque la personalidad del grupo en cada una de las canciones es mas que evidente diría que es un medio tiempo escrito por los mejores Wilco.
Pero no, Jubilee tienen su discurso. De hecho, para ser justos deberiamos decir que ya en The Ghost Orchestra tenían su propio sonido, pero realmente es ahora cuando las canciones mandan, cobrando distintas formas y consiguiendo que, por encima de todo, la huella del autor siga siendo igual de reconocible.

LLegamos a "
The preacher". Más que una plegaria parece una celebración de la vida, aquí contando con toda la orquesta si es necesario. No hace falta ubicar la canción en un estilo, década, mar o continente, es un himno en sí misma.

Después directamente a servidor le levitan las neuronas y se le empalma el vello con (perdón) la brillante "
Stay with me". Perfecta. Una impresionante petición de amor con aroma setentas, con unas guitarras y (ojo!) un sólo de saxo exquisitos...

Otro punto a favor de
A called place home es su duración, estamos a punto de culminar nuestra estancia y ya queremos volver a entrar. O quedarnos para siempre.
Tras el placentero canto "
Sea dream" toca "She never care about love", guitarrera y con olor a cantina, ahora el piano y el banjo son los encargados de bordarlo. Y otra vez estoy tarareando...uh uh uh!

La variedad del registro de
Jubilee les permitiria destacar en el grueso refrito de la Americana, o como lo quieran llamar, y con un poco de suerte, si fueran de Arizona o Texas, podrían llegar tan lejos como quisieran...
Lástima que sean de un pueblo de Jaén y en nuestras fronteras sigan siendo unos desconocidos.

La breve "
Riverside Lane" es otra delicia. En el momento justo de la entrada del violín, al que esribe no se le ocurre mucho más que añadir...
...Sólo que se despiden con otra pieza de valor intercontinental, "
Time is over", interpretada con timple canario, encantadora. La verdad, no creo que esta gente tenga mucho que envidiar a Calexico.


Uno de los discos nacionales de 2010 desde ya, y por mí como si pasan otros 7 años hasta el siguiente.

Time is over





Por Zeta



3 comentarios:

antonio rockanrolla dijo...

me has dejado a cuadritos con el post tio... y q te digo si pienso igual (se me cae la baba). Yo soy de ese pueblecito de Jaén y los Jubileos mis amigos...
He vivido la grabación y sinceramente es una joya!

Esperemos que con críticas así lleguen muy lejos.
un abrazo

Marce Moreno dijo...

reverencias para cantudo y cía...grandes!

Hilario García dijo...

¿puedo yo comentar? es que se me puede notar el sesgo... bueno, que estoy de acuerdo grandemente con lo expuesto arriba. Pedro es "worker in song" favorito.